Diariamente recibimos en nuestros correos docenas (algunos más otros menos) de correos con publicidad de productos y servicios.
La mayoría va directamente a la carpeta de basura (si tiene suerte, de lo contrario acaba en la de SPAM que es peor), pero algunos afortunados tienen la oportunidad de ser abiertos y leídos.
Y los más afortunados de todos los que recibimos diariamente nos mueven a hacer algo. Dar clic en esa increíble oferta solo para nosotros (y otros clientes afortunados) o a visitar esa web que nos ha enviado el correo.
Pues bien, la diferencia es hacer un buen mail marketing o hacerlo mal.
Todo influye en los “ratios de apertura”. Pero… ¿Cómo hacer para que mi campaña funcione? ¿Qué debo saber y hacer para estar dentro de los afortunados?
Empezamos por el principio, como en todo aquello que queremos hacer en marketing al pensar en una campaña de mail lo primero que debo tener claro es… ¡el objetivo! A estas alturas, querido lector, sabes que ninguna acción en social media o en marketing digital debe ser iniciada si no hay un objetivo claro.
Yo tengo definidos tres tipos de objetivos para mis campañas de mail marketing:
1. Presentación y consecución de leads (construir confianza)
2. Recordatorios y compromisos (engagement y seguimiento)
3. Proporcionar ofertas y venta directa.
Esta es la precampaña, si no tienes claro lo que quieres conseguir, no sigas adelante.
Y elige uno y solo un objetivo. El tratamiento de cada campaña es muy distinto dependiendo lo que queremos lograr.
Teniendo mi objetivo claro la segunda parte es ¿cómo llego a ese objetivo?
Y entran en acción las llamadas a la acción y el diseño de mi mensaje.
Por ejemplo, si quiero construir confianza, mi mail debe ser con texto plano y mensaje claro y cercano, un lenguaje informal diciendo quién soy yo y por qué le escribo (propósito y presentación).
Este tipo de mailes los envío una única vez, es el primer mail que deben recibir de mi campaña. El tiempo entre este mail y el siguiente nunca debe llegar a un mes. Recomiendo una semana.
Los mailes con el objetivo de seguimiento (engagement) no son con ofertas a mi cliente, sino tipo newsletters o boletines. Poco texto y a lo que vamos. Una plantilla limpia donde se vea con claridad los contenidos que le entrego a mi suscriptor. Puedo poner imágenes pero pequeñas. El call to accion aquí es la visita a mi web principal, pero no con el fin de vender, sino de recordar que estoy ahí para lo que él necesite.
Estos mailes los enviaremos una vez por semana como máximo y una vez al mes como mínimo.
Mailes para ofertas o venta directa.
Este es uno de los más importantes. Aquí no conviene el exceso de texto. Lo justito para que nuestro receptor se enfoque en una o dos palabras tipo “ahora”; “clic aquí”; “solo para suscriptores” y este tipo de acciones (call to action o CTA). La imagen debe ser muy buena, impactante a ser posible, sin distracciones, nada de meter tus redes sociales o botones que distraigan de la acción principal, has de enfocarte en una única cosa: clic en el CTA. Esa es la misión de estos mailes.
Al igual que los anteriores, no abuses de este su envío, deja que pase un mes o al menos dos semanas entre uno y otro.
Hasta ahí el fin de la primera parte.
La segunda parte es la medición, como en todo. No te conformes con hacer una campaña. Analiza los resultados y no me refiero solo al ratio de apertura (ya sabes a menor ratio, más cara la campaña). Mira más allá de ello.
Casi todas las herramientas de mail marketing tienen la posibilidad de hacer test a/b.
Prueba con un titular en un grupo y con otro en otro grupo; yo hago esta prueba con el 20% de mi base de datos; y el titular ganador se lleva el 80% restante, así aumentas el ratio. Segmenta bien tu base de datos, por sexo, edad, situación geográfica… ten presentes todas las variables que conozcas antes de lanzar una campaña.
En marketing todo cuesta y hay que rentabilizar cada céntimo.
Por último un par de consejos:
1. No compres bases de datos. Pueden funcionar o no. Si no tienes suficientes suscriptores trabaja en ese tema antes de hacer campañas (aquí viene mi anuncio, ¡contrátame!).
2. No hagas una campaña con menos de 100 mailes, no te merece la pena el esfuerzo. (Al menos en mi experiencia.).
Recuerda, el contenido es la columna vertebral del mail marketing, no hables de tu producto, incluso cuando lo vendas. Habla del problema de tu cliente y de cómo tu producto puede solucionarlo.
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