As a beauty blogger, I'm embarrased to say that I never used vitamin c vials as an everyday product until now. Let me tell you why you should use them too if you wanna fight skin ageing.
Me avergüenza ser beauty blogger y una loca del cuidado de la piel y no haber descubierto las ampollas de vitamina c para la cara como tratamiento habitual hasta ahora. Entono el mea culpa y os cuento por qué vosotros también deberíais empezar a usarlas ya.
Se podría decir que soy una de las personas que más cuida la piel de su rostro del mundo. Bueno, por detrás de Kim Kardashian, pero no le voy a la zaga...
El hecho de haber tenido imperfecciones desde bien jovencita me hizo mentalizarme de que tenía que ser muy cuidadosa con la limpieza cada mañana y cada noche, así como con el tipo de productos que me ponía. Por eso ya es algo que tengo más que interiorizado y no me salto ni un día, así llegue a casa a las milyquinientas y no muy católica.
Además, para mí es un momento de relax y desconexión, un ritual que me ayuda no sólo a cuidar la piel y prepararla para repararse mientras duermo, sino a bajar revoluciones y a sentirme ya en modo casita. Por no hablar de que me encanta probar productos y texturas nuevos y estoy siempre al día de todos los lanzamientos de las casas de belleza.
Por eso es raro en mí que hasta hace bien poco no le hubiera dado la importancia que tienen a las ampollas de vitamina c para la cara. Para mí, las ampollas hasta ahora eran sinónimo de tratamiento flash, de esos que te pones cuando tienes una fiesta o evento importante y quieres ir radiante (aunque, si os soy sincera, nunca me llego a ver cambios importantes cuando me las pongo, la verdad). Sin embargo, la tendencia es usar esas ampollas -en este caso, las de vitamina c- como tratamiento habitual y no puntual.
¿Y por qué se han puesto de moda las ampollas de vitamina c? Pues porque esta vitamina que tanto nos han inculcado tomar desde pequeños para evitar resfriados ayuda a la formación natural de colágeno, de manera que se suavizan las líneas de expresión y las arrugas. Esto ya os va interesando más, ¿verdad?
La vitamina c además tiene un gran poder antioxidante, de manera que lucha contra los radicales libres, manteniendo la juventud de la piel, al tiempo que es antiinflamatoria, mejora la circulación y lucha contra las manchas.
Total, que la vitamina c es una superheroína para nuestra piel a la que debemos hacerle caso, y por eso me he lanzado a utilizar unas ampollas que además de proteoglicanos (de los que os hablaré otro día, que son otros campeones que luchan contra el envejecimiento facial) tienen un 5% de vitamina c pura en forma de ácido ascórbico.
Lo mejor es que tienen una textura súper ligera que se absorbe en seguida y pueden combinarse con nuestros tratamiento habitual, y dejan la piel luminosa e hidratada al instante. Se pueden utilizar como tratamiento flash, tal y como hemos venido haciendo hasta ahora con las ampollas de toda la vida, o como tratamiento habitual para luchar contra el envejecimiento facial a diario.
Yo, de momento, estoy muy contenta con ellas. Ya os seguiré contando qué tal me va.
¿Quién más usa productos de belleza con la vitamina c de protagonista?