Lo importante es que tu música suene, que se escuche, que la conozcan, que rompa el silencio y sorprenda. No te escudes en que hay mucho músico, mucho escritor, mucho pintor o mucho ingeniero para salir al escenario de la vida y representar tu obra.
Deja de poner excusas y empieza a tocar tu violín haciendo que tu melodía suene en cada rincón. Piensa en ti, que eres único. Tú con tu violín sois diferentes, tu música rompe nuevos moldes, los sentimientos que provoca son absolutamente nuevos. Tú eres tú mismo con tus creaciones y ritmos nuevos que salen al viento.
Haz que tu música suene, que tu voz se escuche, que tus libros se lean, que tus pinturas se expongan, que tus proyectos salgan a la luz, que tus sueños se realicen y no te importe el mundo y sus circunstancias.
Tú eres único, eres diferente y tienes algo importante que aportar para satisfacción tuya y para este grandioso pueblo, ciudad, país, planeta, mundo en el que vives, abriéndote a él y dando a conocer tu creación.
No lo dudes, ¡haz que tu música suene!