Llegan las vacaciones escolares y hay que ir pensando en que ocupar su tiempo. Las torrijas están tradicionalmente unidas a la Semana Santa. A los niños les suelen encantar y, quizás, podáis aprovechar los días sin clase para hacerlas con su participación con esta estupenda receta que os dejamos -aunque solo sean atentos espectadores-.
Están riquísimas con miel o con chocolate, pero os vamos a ofrecer la receta de toda la vida con un plus para que queden más jugosas: ralladura y zumo de naranja. Para los adultos os dejamos un 'tip': añadir en la mezcla de huevo, leche, azúcar y nata un chorrito de licor de naranja, a ser posible Grand Marnier (aunque también vale Cointreau).
Cómo hacer torrijas de naranja
Elegid un pan específico para torrijas (también se puede hacer con una barra de pan del día anterior). Batid en un bol un huevo grande o dos pequeños con azúcar moreno (unos 40 o gramos), ya que el almíbar de naranja aporta también dulzor. Agregad unos 100 ml de nata, el doble de leche al bol y ralladura de naranja y seguid batiendo. Los ingredientes que utilizamos y su batido conjunto (salvo la ralladura) son los mismos que se emplean en el flan.
Por otra parte, extended -separadas- las rodajas de pan en una fuente grande y cubrirlas con esta mezcla. Dejadlas a temperatura ambiente durante una media hora. A mitad de este tiempo, dadles la vuelta para que se empapen bien. Mientras, poned en un cazo unos 200 ml de zumo de naranja y algo menos de la mitad de azúcar y dejad hervir a fuego medio hasta que consideréis que tiene punto de almíbar.
Para freírlas bien es mejor hacerlo en tandas de dos o tres torrijas en una sartén algo profunda. El aceite debe ser nuevo (es decir, que no debe reutilizarse) y estar a una temperatura que no sobrepase los 150º. No dejéis que humee antes de agregar las torrijas. Luego ponedlas sobre una fuente con papel absorbente de cocina para que suelten el aceite sobrante. Quitad el papel y servid bien rociadas con el almíbar de naranja que hemos hecho en el paso anterior.
A los peques les encantarán acompañadas de una bola de helado de vainilla o de yogur cremoso. Estos días de vacaciones se lo pueden permitir. Y ya solo queda que las disfrutéis.