Hay un “algo” especial en algunas prendas, que las hacen mejor cuanto más viejas y curradas están. El paso del tiempo las favorece. Las moldea. Las hace nuestras. Las hace únicas.
A mí me pasa con un par de camisetas. Siguen en mi vida…Primero, fueron para un uso “tradicional” y después, para dormir o “estar por casa” pero …están ahí. De momento, son eternas. Un algodón muy suave, el tejido ya dado de sí y moldeado a mi cuerpo. El mensaje , el recuerdo de por qué son especiales. Están viejas, viejas…
Ahora, ha pasado con un albornoz. Roto y parcheado. Con sus zurcidos pero… tan agradable. Tan “secante” . Tan de siempre … Ha llegado uno nuevo al hogar. Es precioso y mullido . Con bolsillos amplios y rizo de alta calidad pero… no es el viejo albornoz roto…
De momento, conviven. Lo mismo que hacen las camisetas con las que son nuevas . Unas, afianzando su presencia y defendiendo su territorio. Las otras , intentando ganarlo…Lo que no saben es que necesitarán años…
Aunque el albornoz nuevo, apunta maneras.
NB1 : La palabra albornoz proviene del árabe Al’burnus . En el Magreb, es un una especie de capa de lana que protege durante la noche a los pastores tunecinos . En España, utilizamos esta palabra para la “bata de baño”.
NB 2 : A continuación, albornoces/batas de baño que ni haciéndose viejas… Va a ser que no. ; – ) Para clasificar en el apartado de “Cosas horrorosas”.
Yoda…Y este, con en el modelo en el interior, empeora…
También he encontrado una camiseta , más horrorosa, imposible. Ahí va.
Lo sé. Es demasiado.Ya paro…