(Este libro fue leído hace bastante tiempo, pero lo volví a hojear para que ustedes puedan gozar de la critica)
Título He aquí un secreto. Una apuesta perdida
ISBN 978-987-21470-5-1
Autor Soledad Pereyra
Medidas 15 x 22 cm
Páginas 288
1º Secretos
Hay tradiciones que marcan el destino de un hombre. Ignacio Estember sabe que está obligado a seguir la tradición escocesa de su familia y que debe huir de la ciudad, aun si eso lo fuerza a abandonar a la mujer que ama.
Azul Maillán vive en una ciudad a orillas del mar y se inspira en el océano para sus pinturas. Su vida parece perfecta: su carrera como pintora empieza a despegar, su familia la adora y está comprometida en casamiento. Pero cuando Ignacio regresa nueve años más tarde, todo comienza a desmoronarse para ella. Azul solo puede pensar en él y en los sentimientos que todavía le despierta. Pero no está dispuesta a perdonarlo, después de que la abandonó sin ninguna explicación. Como un viaje de bodas anticipado, Azul decide partir al sur del país junto a su prometido.
Ignacio está convencido de que debe impedir ese viaje a cualquier precio y apuesta todo a ello: una apuesta tan arriesgada que pondrá en juego sus chances de reconquistar a Azul. Sin embargo, es el secreto del amor que tuvieron el que decidirá el futuro de los dos. Un secreto que puede separarlos o unirlos para siempre.
¿Se ajustó el argumento?Sí, está espectacularmente redactado. Cuando vi este libro no dude en leerlo. El argumento está cargado de suspenso y, el hecho de estar ambientado en argentina le da más misterio aún. Y ni hablar de la portada. Desde ya, lo recomiendo abiertamente.
¿Cómo son los personajes?Ella se llama Azul Maillán. Es una joven mujer llena de éxito en su carrera de arte, y además tiene una librería con su amiga Caterina. Pero eso no queda allí, ya que Azul, está de novia con Fernando, al cual el padre de ella y los tíos de la misma no lo ven con buenos ojos. Azul se siente querida, cuidada y protegida con Fernando. Sin embargo, para Azul no es fácil su familia, ya que su padre es viudo y éste junto a sus dos tíos, digamos que la protegen mucho; Se preocupan demasiado por Azul y la pobre deber explicación de cada paso que realiza a dichos hombres. Ella es un tanto reservada, frágil, una joven que ha perdido a su madre cuando tenía diez años.Pero Azul tiene un pasado que busca olvidar. Ese pasado se llama “Ignacio Estember”. ¡No saben lo qué es este hombre! Hace mucho que leí este libro pero sigo suspirando por él. Es rubio, con una “amplia masa muscular” y a pesar de ser muy bonito, en Azul él ha dejado un dolor muy fuerte.Azul e Ignacio se vuelve a encontrar casualmente cuando ella salía de sus clases de arte, y al mirarlo a la cara, lo ve más hermosa que nunca pero inmediatamente llegan los recuerdos de hace nueve años atrás cuando él le hizo una promesa en la playa.Azul lucha contra los deseos de conocer por qué la abandono, qué sucedió pero a la vez no quiere saber nada de él. Tiene un gran lió con sus sentimientos que por momentos ella cree que se va a enloquecer.Ignacio por su parte, necesita tener a Azul a su lado. Sin ella, se siente solo, vacío y tendrá que explicarle la razón de su ausencia: Un legado escocés que recibió, una tradición que lo vio obligado a irse sin darle ninguna explicación.
¿Qué es lo que más te gusto?Fue la primera novela argentina de suspenso que leí así que me encantó la ambientación, el contexto (situada en la ciudad de Necochea, provincia de Buenos Aires) y la historia de amor, que empieza con un amor adolescente y que después se convierte en un amor adulto. Cuando lo leí a este libro, pensé que la historia estaba basada en un caso real, porque me sentí atrapada desde el primer capítulo. Es una lectura ágil, entretenida y en cada página suceden escenas interesantes.¿Qué es lo que menos te gustó?Por suerte cuando lo leí ya tenía el segundo, así que no sufrí esperando para saber, ya que estos personajes continúan su historia en un segundo libro. No hay nada en contra que deba criticar, porque la novela me gustó mucho.
¿Una frase que rescatarías?“Está tan cambiado ahora, hoy en la calle lo vi tan... hombre. Ahora ya no le queda nada por crecer; ahora se convirtió en lo que esbozaba años atrás: la promesa de su contextura robusta se hizo realidad. Y no es el mismo, su mirada no es fresca, no tiene arrugas alrededor de la boca, clara señal de que no sonríe mucho. Y sus hombros lo muestran duro. Dudo de que rondando los treinta su pecho aún permanezca estéril de vello.Maduramos separados y me costó reconocer hoy al joven de este boceto. ¿Mirará el mar del mismo modo? Sus ojos hoy no tenían ese brillo travieso de aquella tarde. ¿Lo tendría de no haberme dejado? Esta tarde parecía más alto, está más ancho en la cintura, tenía la espalda cuadrada y tensa la expresión de su rostro. Yo hubiera querido estar ahí cuando el joven le cedió lentamente el lugar al hombre que vi... Ignacio regresó convertido en otro, ni rastros del que dibujé en la adolescencia. Como si el joven hubiera sido una cáscara de este hombre.
Sin embargo, el rostro que hoy tuve delante de mino es más que una versión triste del joven alegre que había sido mi novio...”