by El Rincón de Ika · Published marzo 27, 2018 · Updated abril 5, 2018
Lo viví en carne propia recientemente cuando unos mareos extraños y una sensación inusual de agotamiento y jaquecas encendieron todas mis alarmas. Tardé 3 meses y medio en recibir un diagnóstico de una simple y común anemia ferropénica. Me pareció un tiempo excesivo solo para unos análisis de laboratorio y 2 consultas con especialistas que me dejaran más tranquila.
Aunque solemos evitar pensar en enfermedades, accidentes o en la muerte como una opción real y cotidiana, son riesgos que corremos cada minuto de nuestras vidas y cuando lleguen a ocurrir deberíamos estar preparados y contar con los servicios que nos hagan más llevaderos los momentos difíciles
Me comencé a plantear la opción de contratar un seguro privado justamente para evitar la espera y también esa sensación (que apostaría que es generalizada) de que el médico no cree en la gravedad de tus síntomas por muy mal que te sientas.
Luego de varios malos ratos en los centros de salud de mi barrio decidí que quería contar con una cobertura más amplia, un servicio más rápido y atención médica oportuna en caso de enfermedades.
¿Qué debemos saber para contratar un seguro privado?
FOTO: Wikipedia
Obviamente hacernos con una póliza de salud supone un gasto extra en nuestro presupuesto, hay que estudiar bien todas las opciones para no contratar menos cobertura de la que realmente necesitamos y tampoco derrochar el dinero en servicios que no nos hace falta.
Hay condiciones particulares que pueden suponer incrementos en los precios, el tipo de seguro, la edad, el género, la ciudad de residencia o enfermedades preexistentes. Por ejemplo, en un seguro médico la probabilidad de enfermar aumenta con la edad, así que la póliza de una persona joven suele ser más económica que la de una persona mayor de 60 años.
Para comenzar, si eres joven, con familia y sin enfermedades crónicas preexistentes quizás lo que más te convenga, como en mi caso, sea un seguro básico. Tras estudiar varias empresas, me he decantado por el Adeslas básico familia
Tarifas, prestaciones y copagos
Es verdad que por cada servicio que use, por ejemplo una consulta con el pediatra o una radiografía deberé realizar aportes económicos adicionales (copagos), pero en mi caso son asumibles y creo que si en el presupuesto familiar existe esa posibilidad bien merece la pena.
Entiendo que no todo el mundo puede asumir el costo de un seguro privado de salud, pero es un sacrificio que considero importante, cuando estás enfermo lo que menos te apetece es esperar meses por un diagnóstico o una intervención quirúrgica que te mejore una afección.
Lo más valioso de poder contar con un seguro privado es la tranquilidad de saberte cubierto frente a imprevistos y la flexibilidad y comodidad de ir a ver a tu médico de confianza cuando y como lo desees.
Si te decides a invertir en salud comienza por el primer paso; busca un asesor con el que te sientas en confianza, que conozca tus particularidades y defienda tus intereses, de esa forma podrás contratar lo verdaderamente necesario, ni más ni menos y gastar lo justo, ni más ni menos.
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