Aunque a la generación que veíamos la serie Cosas de Casa nos va a recordar con una sonrisa y más de una carcajada al simpático de Steve Urkel, la verdad es que el asunto del tema que hoy me apetece tratar públicamente no tiene una pizca de gracia.
En los últimos tiempos, y especialmente en un grupo de Facebook que en buena hora se me ocurrió crear; he presenciado y participado en bastantes charlas acerca de situaciones pasadas en la vida que tienen su efecto ahora, en el día de hoy… Y no precisamente el más bonito que podrían…
Pues hablo de personas dolidas y manchadas. Todos conocemos alguna.
De personas que hacen daño gratuito para “evitar que se lo hagan a ellos”. De personas que van cargadas de basura emocional por dentro y, cual perro mojado, se sacuden y salpican todo alrededor suyo con ella. De los amigos de la generalización, vaya.
De personas que miran al mundo con la vista manchada por el pensamiento de que todo es una mierda, todos están en su contra, todos son más falsos que Judas y se la quieren clavar por la espalda por treinta piezas de plata (o incluso por menos que nada)…
Y que, lastimosamente… Por relacionarse pensando así, consiguen que les pase.
Como he mencionado antes, ha habido varios lugares donde hemos tratado acerca de personas así, y hemos sacado varias características que tal vez reconozcas:
- Generalmente, no es cosa de ellos. Son los demás los que cometen la falta. Nunca va a ser culpa de su actitud o del modo en que se relacionan.
- Ellos son perfectamente capaces de hacer exactamente lo mismo que critican a otros hacer sin cargo de conciencia, porque “lo reconocen”.
- No pueden soportar que otros hagan lo mismo que ellos y “pretendan ir de santos”.
- Actúan como lo hacen aludiendo malas experiencias pasadas y desengaños, como justificación para todo lo que hagan… Y a veces, incluso con disculpa de antemano. Para que esperes eso de ellos, pero que “no se lo tengas en cuenta”.
- Tienden al reiterado uso de la hipérbole personal (exageraciones, vaya) mediante historias-catapulta y otras cuestiones que, puestas delante de la fría lógica, no se suelen sostener. En castellano castizo: alardean intentando impresionar al mundo.
Curiosamente, estas personas tienden también a decirte que si no piensas como ellos es debido a “tu falta de experiencias en la vida”, o “tu escaso conocimiento del sexo opuesto”. Básicamente, nadie puede saber tanto como ellos acerca de la vida y las relaciones… O eso te quieren hacer creer.
En este caso hablábamos de ciertos hombres. Pero aplica para ambos sexos.
En ocasiones, esas personas sí que han vivido lo que dicen haber vivido, pero entonces es cuando se extienden preguntas y consejos que dicha gente no duda en calificar de psicología barata, como suele ser su costumbre: ridiculizar lo que no se ajusta a su forma de pensar y entender la vida y las relaciones.
Algunas de esas preguntas y consejos las tenemos en forma de algunos comentarios:
Muchas veces tendemos a generalizar en lugar de intentar ver si el que lo está haciendo mal es uno mismo. Nos deberíamos mirar el ombligo mas a menudo.
Si algo sale mal una y otra vez… ¿La culpa es siempre del resto? ¿Seguro que no soy yo?
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Vamos al caso, cuando nos enamoramos consentimos demasiadas cosas y nos traicionamos a nosotros mismos. ¡¡Ahí radica tu frustración!!
Aprovecha la oportunidad que tienes para crecer y empieza a marcar límites en tus relaciones. Decide lo que quieres y lo que no. Date un tiempo para ti, para recuperarte, para cogerle ganas y sobretodo no lo pagues con el resto de nosotros/as. Hay personas maravillosas que bien amadas te pueden dar mucho.
Eso sí, te recomiendo que ames, no te enamores a primera vista, aprende a diferenciar una cosa de la otra.
¡Ah! Con el tiempo agradecerás lo que te hicieron, aunque ahora no te lo creas
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En muchas ocasiones, topamos con personas que como dice el compañero James Bond en uno de los debates planteados a raíz de los mensajes de una persona en concreto sobre su forma de ver la vida y a las mujeres…
Y su posterior desenlace cuando me da por comentar que a mi entender y al de otras personas que han tenido ocasión de leer lo que escribía, esta persona está simplemente fanfarroneando y fantasmeando…
Y me brinda un excelente ejemplo de falacia ad hominem. Pero eso es otro tema.
En fin, os dejo con el aporte del señor James Bond al citado debate:
Parece que don Fuckencio no sólo juzga a la ligera a las chicas calificándolas de guarras, hipócritas y falsas… le van los juicios rápidos y sigue juzgando por la portada a un libro: fantasma, fanfarrón, psicólogo barato.
“El carácter de un hombre puede conocerse viendo los adjetivos que usa habitualmente en su conversación.” Mark Twain
También tenemos los aportes del amigo Balleck van Lestat al mismo debate:
Bien sabemos que en ésta sociedad de mierda los dobles estándares de juicio existen y son completamente distintos entre hombres y mujeres. Es injusto, pero es la realidad, tratar de criticar a una chica porque disfruta del sexo pero no puede ir por la vida publicandolo cual pregonero de periódicos es igual a criticar a las hojas de un árbol por ser verdes, es su naturaleza! Sí al nene no le gusta esa naturaleza femenina, pues que se vuelva gay…
PD: si lo que quieres es sólo “mojar” que diablos te afectan esos dobles estándares? Es decir, si sólo quieres sexo,qué putas te importa si la chica habla o no de vuestra “mojada juntos”?
Aquí la de otro compañero que responde a las iniciales A.B., en el mismo debate:
Aquí hay 2 temas:
1. Si la chica no le hace caso cuando esta con sus amigas y luego se esta morreando con él, tendrá más que ver con él que con ella. El punto de vista de su grupo de amigas etc. sera por algo. El tío tendra la reputación por alguna razón iniciada por el. Si las mujeres se comportan así alrededor suyo sera por el.
2. Si esa es la forma en la que habla, es una forma de ver las cosas muy egocéntrica. Él se ve como un santo que se deja llevar, y ellas son las putas. Él lo pinta todo del color que quiere. No intenta entender, y por tanto es un ignorante.
Las opiniones de las mujeres son mucho más tendientes a otra cosa. No a lo que la mayoría de esta gente suele pensar, que son cosas del palo “defender la monogamia y emitir basura feminista”… Sino a decir cosas como éstas:
Desde luego, yo estoy segura de que sí es su culpa. Generaliza y habla de nosotras como si fuéramos algo malvado, concreto e inalterable. De todo hay, tanto entre las mujeres como entre los hombres. Solamente viendo cómo se expresa y cómo habla… Me parece muy claro de quién es la culpa aquí.
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Si a la hora de relacionarte con las mujeres vas con esa filosofía en mente, es lo único que vas a saber ver/recibir. Y lo mismo se aplica para nosotras con los hombres.
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Yo no creo que ese comportamiento en una chica sea de falsa porque viendo el caso contrario… Cuando un chico está entre sus amigos no es igual que cuando esta a solas con una mujer. Hay muchos que delante de sus amigos no se acercan a segun qué tía, porque no tiene un físico perfecto, por lo menos desde el punto de vista de sus amigos…
Y cuando no están sus amigos es como una mosca detras de ella porque a él realmente le gusta aunque delante de los otros recalque sus defectos.
Además, no suelen ser cariñosos delante de los amigos… Y cuando estas a solas puede que seguramente lo sean. ¿¿Diríamos entonces que son falsos??
Yo creo que ambos, hombres y mujeres, nos adecuamos al entorno en el que nos encontramos… Y es tan criticable en el caso de unos como en el de otros, si bien la sociedad de forma general sigue siendo mas benevolente con hombres que con mujeres en segun que temas…
Y realmente, todo esto se puede resumir a aquella frase que dice lo que siembres va a ser lo que recojas… Puesto que la mayor parte de estas personas, van por la vida sembrando esa impresión sobre sí mismos: de superficiales, ególatras y etc.
¿Qué consiguen así? Lo que nos cuentan ciertas historias… Por ejemplo, ésta:
Un taxista recoge a un hombre en el aeropuerto…
Hombre: Sí, estoy visitando la ciudad. Pero creo que me vendré a vivir aquí. ¿Cómo son las mujeres aquí?
Taxista: Bueno, ¿cómo son las mujeres dónde vives ahora?
Hombre: ¡Oh, no me hagas empezar! ¡Eso es por lo que me quiero mudar aquí! Las mujeres en mi ciudad son terribles. Son amargas y engreídas. Y ninguna es muy linda. Salgo y todo lo que veo es muy feo en todos los lados donde mire.
Taxista: Bien, aquí son del mismo modo. No hay chicas bonitas, y las que hay aquí son amargas y miserables y nada agradables. Las calles son sucias y ruidosas también.
Al día siguiente el taxista recoge a otro cliente en el aeropuerto…
Hombre: Guau, ésta es la primera vez que vengo, pero siempre quise venir a vivir a esta ciudad! ¿Cómo son las mujeres aquí?
Taxista: Bueno, ¿cómo son las mujeres dónde tú vives ahora?
Hombre: ¡Ah, hermosas! ¡Las mujeres de mi pueblo son fantásticas! Son preciosas y les encanta divertirse y son abiertas y muy sexys!
Taxista: ¡Excelente! ¡Te va a encantar esta ciudad! Las mujeres aquí son iguales. ¡Hay muchas mujeres hermosas y sexys aquí, te vas a marear!
El modo en que la gente reacciona a ti es siempre un reflejo de cómo tú ves el mundo…
Yo solamente sé que hay personas ahí fuera que usan sus dolores de dos o tres maneras para mal, y de otras dos o tres maneras para bien.
Los que lo usan para mal suelen buscar victimizarse, generar empatía y esas vainas, o bien se tiende a generalizar gratuítamente una serie de situaciones que se han vivido y que no tienen por qué ser igual mientras tú no provoques que lo sean… El mejor ejemplo lo tuvimos con mi amigo el acosador respecto al victimismo, y con el de “son todas unas falsas” tuvimos el de la proyección externa.
Y utilizarlo para mal es la opción más cobarde.
El ejemplo que se me ocurre de usar los dolores para bien… Es sencillamente superarlos. No anclarse a ellos y permitirse disculpar, perdonar y olvidar. Pues como leí en alguna parte: el primero en disculpar es el más valiente, el primero en perdonar es el más fuerte, y el primero en olvidar es el más feliz.
Abrazos,
Kheldar