Quien no ha practicado headbanging alguna vez al ritmo de su canción favorita. Yo primero lo reconozco que he llegado a menear la cabeza tan violentamente que parece mentira que ahora pueda estar llevando esta web y no se me haya movido algo en mi cabeza.
La que nos ocupa es una señora en una fiesta que parece privada y de poco presupuesto. Una banda que se dedica a destrozar clásicos de Metallica y a las primeras notas de Enter Sandman la señora en cuestión parece ser la única que siente algo con estas notas.
Un poco de headbanging pero combinado con las cervezas que lleva en el cuerpo, parece que le lleva a su sentido del equilibrio a unos límites que su cuerpo no puede soportar y acaba besando el suelo con los componentes de la banda mirándola incrédulos pero sin dejar de tocar. Pasa un tiempo hasta que alguien se percata y se digna a auxiliar a nuestra pobre protagonista.
Patético.