Que bien hacen las cosas en Europa del norte. Es normal que les vaya como les va porque desde la base hasta la cima son correctos. Están pasando por “la crisis” como la cigarra del cuento. En el cine no podían ser menos y siempre han marcado un estilo muy personal e íntimo, que con Headhunters vuelven a demostrar que también en la vieja Europa sabemos hacer las cosas bien.
Thriller de carácter nihilista y fatalista que me ha resultado superentretenido y agradable en todo momento. Tiene un par de fallos conceptuales pero por lo demás aprueba y con buena nota. Ojalá me encontrara más pelis de estas por el camino y nos los coñazos que me trago habitualmente. La moralina es por momentos en demasía pero aún así no se interpone con el espectador. La hipocresía de la sociedad y el materialismo es otro tema que el director lo mete con palanca para darle forma al guión, por momentos puede resultar esquiva a la historia.
Roger es un reputado cazatalentos noruego que vive en una maravillosa casa de campo con su esposa Diana, la bella propietaria de una galería de arte. En realidad, está viviendo muy por encima de sus posibilidades; si puede mantener ese ritmo de vida es gracias a que se dedica a robar obras de arte. En la inauguración de una galería, su esposa le presenta a Clas Greve, que, además de ser el candidato perfecto para el cargo de director general de la compañía de Roger, es propietario de una pintura muy valiosa. Roger ve que le ha llegado la oportunidad de alcanzar definitivamente la independencia económica y empieza a planear el robo del cuadro.
No os la perdáis porque a buen seguro la incluiré en mi lista de pelis del 2012.