Alisa es todo dulzura. Tiene una sonrisa que transmite tranquilidad e ilusión por su trabajo. Alisa tiene un don, es capaz de percibir esos momentos mágicos, fugaces y espontáneos y plasmarlos en sus fotografías. Os aseguro que no es fácil y que no todos los fotógrafos son tan hábiles como Alisa.
Otra de las cosas que me encanta de Alisa es su entrega en cada proyecto y su atención al detalle. Por eso creo que ha acertado eligiendo el nombre de su nueva web Heartmade weddings, porque sus bodas están hechas con cariño y amor.
Los que me seguís sabéis que valoro mucho el trabajo de los fotógrafos de boda y que soy defensora acérrima de que contratéis a profesionales para vuestro gran día.
Éste no es un post patrocinado, pero sí es un post sincero de agradecimiento a Alisa. La conocí el año pasado en la boda de Bea y Sergio. Y fue un flechazo, conectamos de inmediato y me ganó su simpatía, sus ganas de ayudar y de colaborar.
Después vino la sesión de fotos para la web. Confieso que me da mucha vergüenza posar delante de una cámara, me pongo roja sólo de pensar que todo el mundo se va a quedar mirando. Pero Alisa me hizo sentir muy cómoda y lo que empezó con unas fotos en el salón de té más bonito y cuqui de todo Bilbao (Mil gracias a Natalia y Alain de Mami Lou Cupcake, además de tener un local superacogedor ellos son encantadores), acabó en la escalinata del Guggenheim con todos los turistas mirándonos.
Además cada vez que tengo la oportunidad de coincidir con ella, como en la inauguración de la nueva tienda de vestidos de novias de Bilbao Maitia Novias que os contaré proximamente, es como si no hubiera pasado el tiempo y acabaramos de hablar la tarde anterior.
Considero que la elección del fotógrafo de vuestra boda es una decisión muy personal pero sé que Alisa es buena y que va a triunfar y por eso os la recomiendo con los ojos cerrados, seguro que os enamora con su forma de ser como hizo conmigo y con todas esas parejas que han confiado en ella.