Que dios tenga piedad por mis enemigos, porque yo no la tendré.
Se escuchan los estruendos producidos por los misiles, las balas centellean a nuestro alrededor, los aviones sobrevuelan nuestra posición, los soldados luchan en pos de unos ideales y mientras tanto las naciones más poderosas del mundo se miden frente a frente en una de las épocas más oscuras a la par que interesantes de nuestra historia moderna.
Paradox Interactive , compañía sueca especializada en juegos de “alta estrategia” nos presenta su siguiente iteración histórica después de grandes juegos como Crusader Kings 2 ( época medieval), Europa Universalis IV ( Colonialismo ) y un viaje al futuro con Stellaris.
En Hearts Of Iron IV nos pondremos al mando de cualquier nación del planeta para intentar reescribir la historia o seguirla a pies juntillas.
Con Estados Unidos sumido en la gran depresión, Alemania herida después del tratado de Versalles y el ascenso del partido nazi, Francia en plena reconstrucción tras los estragos de la primera guerra mundial y un Japón en plena industrialización nos ofrece un marco ideal lleno de posibilidades .Desde convertir Reino Unido al fascismo a intentar combatir las tropas franquistas desde la España Republicana, todo eso será posible en este título.
Siguiendo la línea de Stellaris , el juego va trazando pieza a pieza un escenario de guerra a través de nuestras propias decisiones , eventos en los que podremos intervenir o no y hechos históricos que acabará por estallar en la inevitable segunda guerra mundial y a pesar del conocido final no deja de sorprendernos la cantidad de circunstancias aleatorias que se pueden dar en cada partida, ninguna será igual y todas con un realismo que nos meterá de lleno en la acción.
«Esto no es el final. Ni siquiera es el principio del fin. Pero, quizás, sí se trate del fin del comienzo”.
Se nos propone comenzar en dos fechas históricas completamente diferentes en su concepción de juego. En 1936 tendremos tiempo para desarrollar las tecnologías, tomar las decisiones estratégicas, focalizar al país en los ideales que creamos oportunos y en definitiva prepararnos para el conflicto que está por venir. En cambio en 1939 pocos días antes de la invasión Polaca por parte de las tropas alemanas, nos encontraremos con unas naciones ya desarrolladas siguiendo el guión histórico y con poco margen de maniobra para cambiar según que cosas, pero que nos mete de lleno en la lucha y para los mas belicosos será una opción mas que interesante de entrar en acción lo antes posible.
Una vez tomado el mando de nuestra nación favorita entraremos en el mapa de campaña, una recreación a modo de mapamundi de todos los países de la tierra, típica en todos los juegos de la compañía, gráficamente podemos decir que tanto los países como las diferentes unidades en batalla están muy bien recreados y si acercamos la cámara a la acción podremos ver aviones bombardeando ciudades, soldados disparando sus fusiles o tanques haciendo temblar la tierra a su paso.
Profundidad en estado puro
Coordinar las líneas de suministro, investigar nuevas armas con las que marcar la diferencia en el campo de batalla, crear alianzas con otros países (ver como Francia no acude a la llamada de Reino Unido para unirse a la guerra gracias a tus acciones no tiene precio), entrenar a tus tropas, potenciar la industria militar, llevar a millones de almas a la guerra son solo algunas de las muchas acciones que debemos realizar para conseguir la victoria o simplemente sobrevivir.
Nos encontramos ante una carrera en la que no gana el mas rápido , si no el mas resistente, el que se anticipa , el que planea los pasos a seguir , investigar un submarino que ya ha quedado obsoleto nos haría perder unos meses preciosos que podríamos haber invertido en el descubrimiento de otro elemento que nos pueda dar una ventaja significativa. Y el tiempo mis Sargentos es algo que no nos sobra…
«Si hubiera que decir que estos hombres no son culpables, sería tan cierto como decir que no ha habido guerra, que no ha habido muertos, que no ha habido crimen»
Una vez embarcados en todos los procesos anteriormente comentados y a consecuencia de las tensiones entre las diferentes naciones llegaremos a un punto de ebullición, representado por una bola del mundo, que al llegar al 100% hará que estalle la segunda guerra mundial y toda la planificación anteriormente realizada saldrá a relucir.
El bello arte de la planificación militar. Trazar planes de guerra, bombardear las ciudades del enemigo, asaltar las líneas de suministros, misiones de superioridad aérea o de escolta de convoyes son algunas de las múltiples acciones que podemos realizar. Todo esto trasladado con gran realismo. Conquistar un territorio clave gracias a que tus bombarderos han marcado la diferencia haría que el mismísimo general Patton nos condecorase.
Con un desarrollo de juego más amigable para nuevos jugadores que en anteriores entregas de la saga pero con un pobre tutorial, Paradox ha hecho un esfuerzo en rebajar el grado de dificultad en cuanto a microgestión dentro del juego, decisión que no ha sentado del todo bien a jugadores veteranos en la saga que el control de tropas, las pocas opciones diplomáticas, la falta de retratos de muchos mandatarios ,la “pasionaria” con bigote da para un debate, ( si bien es cierto que en las principales naciones nos encontramos con retratos realmente vistosos) y los pocos bienes comerciales no acaban de convencer.
El coraje es sostener el miedo… un minuto más.
En conclusión podemos decir que Hearts of Iron IV es la base para un gran juego que gracias a los mods y a los Dlcs que saque la propia compañía irá completando y ampliando su propuesta. Toda persona interesada en este momento histórico o simplemente los amantes de la estrategia mas sesuda tienen aquí una propuesta que no pueden dejar escapar. Nunca invadir Polonia ha producido tanto placer.
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