Revista Cine
Director: John Cameron Mitchell
"Musicales que debes ver antes o después de ver 'lalaland'"... Sí, por supuesto, de inmediato; es más, al demonio con esa puta película, y más importante, ¡¿por qué no está listada "Hedwig and the Angry Inch", ópera prima de John Cameron Mitchell?! No es que me importen estas listas, pero ya que las hacen podrían incluir esta genialidad, ¿no?, así como para no seguir haciendo el ridículo digo yo... Como sea, me dieron ganas de volver a ver esta película que vi por primera vez en el cable hace muchos años (cuando mi conocimiento se extendía a lo que podía encontrar en la parrilla programática de los tantos canales que habían), motivado, en mayor medida, porque dentro de poco debería estrenarse (o exhibirse en festivales, algunos dicen que en Cannes) "How to talk to girls at parties", que se hace más interesante aún porque está basada en el estupendo relato corto homónimo de Neil Gaiman.
"Hedwig and the Angry Inch" es una historia de autodescubrimiento, de reconciliaciones, de soluciones, de problemas, de distanciamientos, de decepciones, de humillaciones, de tragedias, de dificultades, de desgracias, de sueños, de música, de prisiones, de prejuicios, de pasiones incurables, de verdades, de diversidades, de liberaciones... Argumento como tal no encontrarán, pues la ópera prima de John Cameron Mitchell va más sobre emociones, pensamientos, introspección externalizada... Pero para que sepan, trata sobre una cantante transexual (creo) que, en su cruzada por recibir el crédito que se merece por las canciones que otra estrella del rock le ha robado, nos relata su vida desde su nacimiento en la Berlín dividida por el muro hasta sus actuales días de artista al borde del fracaso; nos expone su alma y sus emociones, sus dolores y sus heridas, todo mientras sigue intentando encontrar el tan esquivo éxito... Pero en realidad esa búsqueda es algo mucho más profundo: no se trata sólo de enfrentar a un usurpador sino que, como la misma protagonista lo dice, de enfrentarse y encontrarse a sí misma, buscar su media naranja y su identidad... De esta forma, con una enérgica y vibrante mezcla de potente sensibilidad e inteligente irreverencia, pero por sobre todo insobornable autenticidad y sinceridad, John Cameron Mitchell nos sumerge en este vendaval de sentimientos convertidos en arte. Nada más disfruten con esta maravillosa secuencia (interesante la discusión entablada en los comentarios), y luego no me digan que no pertenece a algo absolutamente genial. Y cómo no ser genial si combina, sin perder ni un ápice de coherencia interna, punk con poesía y con rock&roll. Y ojo, que el mismo John Cameron Mitchell, además de escribir y dirigir, hace de protagonista (de hecho también protagonizaba la obra de teatro en que se basa), y vaya que le pone personalidad y sentimiento; se deja la piel, vamos...¿Es muy recontratonto si digo que "Hedwig and the Angry Inch" es el musical que Gregg Araki nunca hizo? Bah, qué importa, no le quitemos mérito a la enorme labor de John Cameron Mitchell, que parece que no le ha ido tan bien posteriormente, aunque quizás vuelva por todo lo alto con "How to talk to girls at parties". Esperemos...
P.D.: ¿No se parece el maquillaje de Hedwig, el que queda en el trapo que le pasa a Michael Pitt, al maquillaje que usan Elle Fanning y Bella Heathcote en el desfile de "The Neon Demon", o es un maquillaje que se usa regularmente en dichos eventos? Y ya que estamos, ¿no se parece el encendedor de Rose McGowan en "The Doom Generation" a este objeto que tiene John Waters en su casa, o estoy siendo ingenuo y esa calavera es lo más común de la vida? ¿Soy muy rebuscado a veces?