"Te diré que será, te compraré un animal. No una tortuga, las tortugas pasaron de moda hace años, se burlarán... y no me gustan los gatos, me hacen estornudar. Te voy a regalar una lechuza. Todos los chicos quieren tener una lechuza. Son muy útiles, llevan tu correspondencia y todo lo demás" le dijo Hagrid a Harry. Veinte minutos más tarde, salieron del Emporio de la Lechuza, que era oscuro y lleno de ojos brillantes, susurros y aleteos. Harry llevaba una gran jaula con una hermosa lechuza blanca, medio dormida, con la cabeza debajo de un ala. No dejó de agradecer el regalo, tartamudeando como el profesor Quirrell.
Decidió llamarle Hedwig, un nombre que encontró en "Una historia de la Magia".
Si sois amantes de alguna historia, de algún libro, si vivís en un mundo de fantasía gracias a la lectura como nosotros, este tipo de pedidos son los que nos entusiasman. Harry Potter ya es uno más en muchas familias y esta lechuza puede llegar a cualquier hogar.