Un balance del Giro 2014 introduce al menos dos obviedades. Una, que la vuelta italiana ha sido largamente hegemonizada por ciclistas de origen colombiano. Otra, que la victoria de Nairo Quintana (Movistar) es un hito para el pedal latinoamericano.
Cuando el pelotón cruzó la meta en Trieste el 1 de junio de 2014, disputándose la 21ª y última etapa del Giro, todos dirigieron la mirada al pequeño Quintana. El colombiano vestía la maglia rosa hacía una semana pero ahora nadie podía quitársela. Como suele decirse, quien avisa no es traidor, y Quintana avisó que aquella última semana del Giro era el momento para asaltar el palacio de invierno (hasta entonces gobernado por su compatriota Rigoberto Urán, del Omega Pharma-Quick Step). El líder del Movistar fue de menos a más. En las primeras dos semanas del Giro, incluso, la confrontación entre Urán y Cadel Evans (BMC) dejó en un segundo plano las preferencias por Quintana.
La primera prueba de fuerza la dio en la etapa 14 con final en Oropa, jornada inaugural de la alta montaña en la edición 2014 del Giro. Allí Urán mantuvo el liderazgo pero gracias al ritmo de Quintana, no pudo ocultar signos de debilidad. Al día siguiente, en Montecampione, más de lo mismo: el de Movistar fue el más fuerte entre los favoritos y volvió a recortar valiosos segundos a Urán. Evans, mientras tanto se derrumbaba irremediablemente. El trabajo de Quintana parecía el de una hormiga, día a día recortaba pequeñas fracciones de tiempo.
El día en que Quintana dio el gran golpe fue en la jornada 16, en el ascenso final a Val Martello. Allí el pequeño escalador del equipo español dejó el papel de hormiga laboriosa y destronó a Urán tras una larga fuga que permanecerá en los anales de la historia del pedal. En la etapa reina del Giro, Quintana atacó a más de 40 km de meta, en el descenso del Passo dello Stelvio, en condiciones metereológicas claramente adversas. Al cruzar la meta, Quintana le había metido entre 2′ y 3′ a todos sus rivales por la corona final.
Al día siguiente se defendió en Valsugana y después confirmó supremacía de forma en una severa crono-escalada. Allí Quintana ganó su segunda etapa y aumentó el margen de tiempo respecto al resto de pretendientes. En Zoncolan, penúltimo día del Giro, él y Urán fueron más fuertes que el resto y sellaron el histórico 1 y 2 colombiano.
De este modo, quien fuera sub-campeón, mejor joven y rey de la montaña en el pasado Tour de France 2013 acaba de demostrar al mundo del pedal que está para cosas grandes. Lo del año pasado no fue casualidad. El pequeño gran escalador colombiano de sólo 24 años demostró una superioridad abrumadora en la recién finalizada ronda italiana… y esperemos que aún lo mejor esté por llegar.
No obstante, Quintana no fue el único latinoamericano es sobresalir. Un balance del Giro 2014 debe mencionar a otros dos colombianos de gran actuación: Rigoberto Urán y Julián Arredondo (Trek).
Rigoberto Urán hizo lo que pudo para conservar la maglia rosa. A nuestro gusto por momentos algo conservador, pero lo de darle al pedal no es cuestión de palabras sino de fuerzas. El medallista olímpico en Londres 2012 y sub-campeón del Giro 2013, volvió a demostrar sus enormes condiciones y cualidades. Repetir podio en una grande no es cosa de todos los días ni de todos los ciclistas. El extraordinario logro de Quintana quizás opaca inmerecidamente lo que consiguió Urán. El Omega Pharma trajo al colombiano para ser líder de filas en competiciones de este estilo y él cumplió con creces las expectativas (¿hacía cuanto tiempo que el equipo belga no hacía podio en una grande?).
Julián Arredondo fue otra nota altamente positiva para el pedal latinoamericano. A sus 25 años y tras ganar dos etapas en el Tour argentino de San Luis, llegaba al Giro con hambre de gloria. Se vació en cada oportunidad, atacó una y otra vez, insistió siempre que la carretera iba hacia arriba… y tuvo sus frutos. El escalador del Trek ganó la etapa de Valsugana y no tuvo rivales en la maglia de la montaña: desde la etapa 8 fue líder en este apartado y al final de la competición le sacó más de 40 puntos de diferencia a Dario Cataldo (Sky).
El ciclismo colombiano continúa consolidándose. Lo decíamos el año pasado: el trabajo riguroso y serio en la formación de ciclistas sugería que no eran casualidad los logros de Quintana, Urán y otros tantos colombianos durante el 2013. El Giro d’Italia 2014 nos dio la razón.