Heidelberg

QUE HACER, A DONDE IR, QUE VISITAR...

HEIDENBERG, LA MEZCLA EXACTA DE ROMANTICISMO, TRADICION, HISTORIA Y AVENTURA

Nos levantamos temprano, el desayuno muy rico en este hotel ademas de que aquí sirven unos quesitos para untar de sabores deliciosos mmm... Caminamos hasta la estación para tomar el tren hacia Heidelberg, el trayecto dura dos horas (tiempo que aprovechamos para dormir una siesta). Al llegar a la estación de Heidelberg hay un centro de atención al turista y ahí mismo compramos los boletos para  llegar a la zona del Palacio o Castillo (autobús ida y vuelta, funicular y entrada del Castillo).
Heidelberg es una ciudad situada en el valle del Rio Neckar en el noroeste de Alemania. Es famosa por su centro histórico con el palacio de Heidelberg y la universidad mas antigua del país.El transporte esta bien organizado y es fácil desplazarse por la ciudad.

Tomamos el autobus hacia el Palacio de Heidelberg, el cual nos dejo justo frente la calle donde esta la   entrada del funicular. Atravesamos la calle y nos subimos, parecía que estábamos en un juego de Disney por que te subes en un vagón que te lleva hasta el Palacio y esta completamente inclinado. Eso si, vale la pena subir en funicular por que la cuesta es bastante empinada.


Al llegar al llamado Palacio de Heidelberg que en realidad es un castillo se ve padrísimo pero creo que después de haber estado en Neuschwanstein nada se le compara. El Castillo de Heidelberg no solo es el lugar mas destacado de la ciudad, sino la ruina mas famosa de Alemania.

Construido en una hermosa piedra rosada, este castillo parcialmente destruido por un incendio  fue restaurado para conservar la sensación salvaje y romántica de las ruinas.


Un Castillo de origen medieval parcialmente en ruinas, las edificaciones datan del siglo XII con fachadas renacentistas. Las terrazas tienen unas vistas espectaculares de la ciudad de Heidelberg, el Río Neckar y los preciosos tejados que adornan la localidad.

Dentro del Castillo pudimos apreciar el "Barril Grande",  un enorme tonel hecho de madera que se dice es el barril de vino mas grande en el mundo ¡y si que esta grande!

En otra sala se encuentra el Museo Alemán de Farmacia o Medicina, donde eres testigo de como ha evolucionado la medicina y que ademas te deja mucho que pensar del origen de los medicamentos. Un sitio que te remonta a otra época y su visita vale la pena por completo.



De regreso al casco antiguo de la ciudad no te puedes perder la Markplatz, catalogada como Patrimonio de la Humanidad y que encuadra al Ayuntamiento y la Iglesia del Espíritu Santo.

Al centro de la plaza la Fuente de Hercules, una fuente central que expresa los grandes esfuerzos que costo a la población reconstruir la ciudad después de la guerra de los 30 años.

Caminamos al famoso Puente Viejo, un puente de piedra que formaba parte de la ciudad y es uno de los símbolos de Heidelberg. Antes de acceder al puente se encuentra la Puerta de Carlos, una antigua puerta que formaba parte de las murallas de Heidelberg. Junto a esta estatua se encuentra la famosa estatua del mono, que dice la tradición: si la tocas tendrás buena salud y volverás a la ciudad.

Al atravesar la Puerta de Carlos te encuentras con  El Karl Theodor Brucke, comúnmente conocido como puente viejo o Puente Carlos Teodoro, es un puente en arco que atraviesa el Río Neckar. El puente de piedra arsenisca roja cuenta con nueve arcos y  conecta Old Town con el distrito de la ciudad en la orilla opuesta. Durante su recorrido se aprecia la silueta del Castillo y todo el paisaje en su esplendor que la naturaleza regala a este hermoso lugar.  El puente es uno de los monumentos y destinos mas visitados en Heidelberg.


En las orillas del Rio Neckar (que desemboca en el Rio Rin) estaban unos barcos que ofrecían paseos hacia los Castillos del Neckar-Rin (Te lo cuento en la siguiente entrada). Caminamos en el borde del río un rato disfrutando de esas coloridas casas y hermosos tejados (muy peculiares de esta zona) en lo que salia nuestro barco.



Después del paseo, ya de regreso en Heidelberg caminamos a Bismarck platz para tomar el autobús y llegar a la estación de tren.
Esta ocasión y por primera vez (dicen que siempre hay una) nos confundimos de tren y cuando nos dimos cuenta estábamos en quien sabe donde, preguntamos y tomamos de nuevo nuestro tren a Frankfurt (el bueno). Llegando a Frankfurt sobre el Rio Meno no podíamos ir a dormir sin haber comido un tradicional hoy dog servido en una barra de pan acompañado por una cerveza.
Así nuestro día en el viaje llamado EUROPA EN TREN POR 24 DIAS, nos vamos con un recuerdo muy especial de Heidelberg. La mezcla exacta de romanticismo, tradición, historia y aventura.
Gracias por leer!
Saludos ODV y RCL
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