En esta nota voy a referirme a dos temas, pero su titulo está relacionado con el que creo que es más revelador, porque desgraciadamente el otro tema es sobradamente conocido.
Os adjunto un artículo de Lopez Burniol publicado en La Vanguardia el sábado 22, en el que primero explica quien era Walter Funk, ministro que fue de economía del III Reich y también presidente del Reichsbank, el banco central de la Alemania nazi, y a continuación explica que el profesor italiano Paolo Savona ha descrito el plan económico que Walter Funk y los nazis tenían para Europa una vez hubiesen ganado la guerra, y resulta que coincide casi exactamente con el que están siguiendo Frau Merkel y la U.E. Según el profesor Savona la única diferencia importante entre los dos planes es que el plan nazi se imponía manu militari, mientras que Frau Merkel lo ejecuta en base a pactos. La verdad es que la coincidencia de planes no me extraña nada.
También adjunto otro artículo de La Vanguardia, esta vez de Lucia Etxebarria, que a pesar que se publicó por primera vez el jueves 20 ya se ha hecho famoso. Aunque se refiere al caso concreto de un concejal de Santa Coloma de Gramanet que está medio loco, y que en la otra mitad está más loco todavía, que insultó a una víctima del terrorismo, en realidad el tema es la situación del país. Fabián Estapé decía que el subdesarrollo de España no era económico ni político sino mental, y el artículo de Lucía Etxebarria deja bien claro que la crisis no es solo económica y política, sino sobre todo mental.
A las muchas razones que da Lucia Etxebarria en el artículo, si añado un gobierno que después de aplazar la urgente reforma de la Administración, no la hace ni a medias, transfiere buena parte de la carga sobre las CCAA, manipulando pero sin modificar un sistema que ha demostrado sobradamente que no funciona, y pierde la mejor ocasión que ha tenido el país de reformar de verdad una Administración ineficaz y autoritaria que no sirve a ciudadanos sino que manda a súbditos, y precisa un cambio profundo desde hace siglos, como le ocurre a Lucia Etxebarria, todavía quiero más a mi perro. Más todavía cuando el partido del gobierno, el PP, con periodicidad semanal nos demuestra que sus líderes parecen haber perdido el juicio. El que personajes como los ministros Wert o Ana mato, y la Sra. de Cospedal, tomen decisiones que afectan al país en una situación tan compleja, es como para ponerse a temblar. La demostración del grave trastorno mental Popular de la semana pasada corrió a cargo de unos diputados del PP que en las Cortes valencianas han propuesto declarar solemnemente que el Valenciano no solo es un idioma distinto del Catalán sino más antiguo, porque fijan su origen en los Iberos y el s. VI antes de Cristo, y para demostrar que su cerebro está fundido añaden “e incluso antes”. En todo el mundo se deben oír las carcajadas de los filólogos a los que ha llegado la noticia de que el Valenciano ha dejado de ser una lengua de raíz latina por voluntad de los herederos del Franquismo. Los únicos filólogos que parece que no se están desternillando son los de la Academia Valenciana de la Lengua que disienten totalmente de los rebuznos del PP, y que tengo entendido que han decidido que en el futuro acudirán a las reuniones internacionales de filólogos vestidos de lagarterana para que no los reconozcan.. Mi perro es inteligente y civilizado.