En esta tarde dominguera apacible y soleada, aquí estoy yo frente al ordenador para contaros mi afición a los helados y mi fobia a las personas capta-socios de la calle.
Helados
Hace ya ni se sabe que no escribo sobre uno de mis mayores vicios, se trata de los helados. Mi afición a los helados lo tengo desde niña y he tenido que hacer grandes esfuerzos para controlar mi voracidad heladera. Como resultado, ahora evito los pasillos de congelados en el súper en donde sé que va a haber gran cantidad de helados: conos, polos, de corte, de tarrinas....
Pero entre tanta variedad de helados tengo un par que se llevan la palma: el polo almendrado de Frigo (si, tiene que ser de Frigo aunque el de Nestlé no lo hace mal) y la tarrina media que hay en el Mercadona (¡viva la publicidad gratuita!) de vainilla con nueces de macadamia (gracias a Jon por este descubrimiento que cambió mi vida).
Por otro lado el sabor quer más me gusta es el de avellana, seguido del de chocolate, aunque tampoco hago ascos a los clásicos fresa, vainilla o limón.
Recordaros que tengo una asociación familiar (por decir algo ya que es más de broma que en serio...) que se dedica a reivindicar los mini polos. Se trata de la SPPPO, es decir, la Sociedad Protectora de Politos Propalo Original. A veces los polos tamaño estándar llenan y después de comer no hay nada mejor que comerse un buen polo de tamaño moderado para dar el toque final del menú. Somos pocos los socios hasta ahora y desde aquí os animo a que entréis a formar parte de esta pequeña y "helada" familia.
Los capta-socios
Y pasamos radicalmente a otro tema totalmente opuesto. De algo que me encanta a otra cosa que odio a muerte. Se trata de aquellas personas que trabajan para ONG´S, Greenpeace, Cruz Roja u otroas organizaciones varias. Sé que ellos no tienen la culpa de producir ese efecto en mí pero no lo puedo remediar, si veo a los capta-personas escojo otro camino diferente para no toparme con ellos. Siempre he dicho que si una persona es solidaria, se hará socio por sí sola no por que alguien que se encuentre por la calle le explique cómo funciona su organización y todo lo que puede ayudar aportando una mínima cantidad de dinero. No me gusta que me hagan sentir insolidaria por que no les atiendo o les diga que no me interesa. No me gusta tener que decirles con cara de circunstacia que tengo prisa, que no me interesa o simplemente NO. Seguro que han realizado un curso previo de cómo coaccionar al ciudadano haciendo chantaje emocional.
Me gustaría matizar que estoy criticando el sistema capta-personas de estas organizaciones, no a lo que se dedican y defienden, que es muy diferente. El ciudadano de a pie, es lo bastante listo para tomar sus propias decisiones y escoger el cuando y el cómo. No tiene que ser algo impuesto por otra persona que "casualmente" te encuentras por la calle. Aunque yo ya los tengo a todos localizados, en Oviedo por lo menos.
Me recuerda a las teleoperadoras que te llaman por teléfono ofreciéndote una gran e irresistible oferta, y al decirles que no te espetan: ¿Es que quiere seguir pagando de más pudiendo pagar menos? Sólo les falta llamarte gilipollas directamente. Y es cuando yo les digo: Sí, soy así de guay. Prefiero seguir pagando más ya sólo por tu contestación (.....). Se podría escribir una amplísima entrada sobre el mundo de las compañías telefónicas y las teleoperadoras, así que queda pendiente para el futuro.
Y bueno, ya para acabar, os dejo una canción de El Piezas. Mi último descubrimiento en el mundillo del rap. Este máquina es un hacha en la improvisación, y como muestra de ello ha ganado numerosos concursos y participado en las Batallas de Gallos de Red Bull. Espero que os guste.