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Helena Cortesina, ¿pionera del cine español?

Publicado el 12 agosto 2021 por Aranmb

La producción de la película de cine mudo Flor de España (1921) se hizo de la mano de una mujer artista con escasa experiencia en el celuloide, aunque amplia sobre los escenarios. Helena Cortesina aparentemente llegaría a crear una efímera empresa de producción, pero no pocos datos apuntan, más bien, a una estrategia publicitaria para aupar su figura, más conocida en el mundo de la danza, como actriz.

Helena Cortesina, ¿pionera del cine español? Helena Cortesina | Nuevo Mundo, 5 de abril de 1917

Mucho se ha escrito sobre la figura de Helena Cortesina (1903-1984), valenciana que triunfó sobre los escenarios españoles en las primeras décadas del siglo XX y que, aparentemente, habría sido la primera mujer directora de cine español con la película Flor de España (1921), protagonizada y producida por ella misma bajo la firma de la efímera empresa Cortesina Films. No es lo único que se cuenta de ella. En las reseñas actuales suele obviarse la profesión por la que fue más conocida en España, la de bailarina junto a sus dos hermanas, y dentro de la que sí destacó como empresaria, para destacar como su actividad principal la del celuloide. En realidad, Cortesina solo actuó en dos películas antes de la Guerra Civil, y cuando se cuenta su biografía, a priori, según las crónicas recientes, silenciada por sus contemporáneos -la hemeroteca, en cambio, está llena de referencias a la artista-, tienden a mezclarse anécdotas propias de la vida de otra actriz también presentada, a veces, como pionera de la dirección: Elena Jordi.

Helena Cortesina, ¿pionera del cine español?
Helena Cortesina bailando | La Esfera, 23 de abril de 1921.

Helena Cortesina, ¿pionera del desnudo?

Por ejemplo, en lo que se refiere a haber actuado desnuda sobre los escenarios de forma muy temprana: en la primera década de los años 10. Un rastreo a la hemeroteca frustra cualquier intento de localizar ese momento. Solo en un reportaje firmado por la propia Cortesina en el Nuevo Mundo del 26 de mayo de 1922 -donde, por cierto, la artista es reconocida como bailarina, pero no como actriz-, esta reconoce haber bailado con las piernas desnudas, mostrándose, por lo demás, contraria no ya al desnudo, sino… hasta a las faldas cortas. Todo lo cortas que pudieran serlo en 1922:

La falda larga guarda siempre la sorpresa y el misterio, que es el más grande encanto. Las faldas tan cortas como las hemos llevado resultan grotescas, y dicen poco en favor de los varones del país donde nació esa moda. (…) Al final, las mujeres se han convencido de que más gana la que tapa que la que enseña, y que el desnudo es casto… y que, a fuerza de enseñar las pantorrillas, acabaron estas por no tener importancia.

Helena Cortesina llevaba bailando desde 1916, un poco menos que Elena Jordi, dizque otra de las pioneras del cine español que, en 1918, habría dirigido la primera película de manos de una mujer, Thais. Aunque analizar si efectivamente ese mérito es atribuible a la Jordi sería cuestión de otro artículo, sí parece que la anécdota de la desnudez podría haber sido tomada de la biografía de esta artista catalana -Cortesina, ya se ha dicho, era valenciana- que competía con La Chelito en los vodeviles más picantes de principios de siglo, como denunció Adolfo Marsillach el 8 de mayo de 1917 en El Liberal:

Los cines están llenos; llenos los circos taurinos y llenos los music halls. Imperan el mal gusto, la sordidez y el vicio a bajo precio. Por esta razón la Chelito ha logrado un nuevo éxito en Apolo. Su camisa, en competencia con la de Elena Jordi, ha sido muy celebrada. Si los desnudos femeninos de la Exposición pestañearan o fuesen obscenos, habría puñaladas para entrar.

De todos modos, incluso los polémicos deshabillées de la Jordi parecen haberse exagerado con el paso de los tiempos, ya que esta, en una entrevista concedida en 1922 -en la que, por cierto, no se hace ni una más mínima mención a la supuesta película dirigida por la catalana- la artista de vodevil niega hacer espectáculos pornográficos ni sicalípticos. Un extremo, el de negar la mayor, al que, de cualquier forma, jamás tuvo que llegar Helena Cortesina.

Helena Cortesina, ¿pionera del cine español?
Helena Cortesina, antes de la aventura cinematográfica. La reproducción de la foto es del Nuevo Mundo del 12 de febrero de 1919, pero la misma instantánea ya había salido publicada en La Mañana el 22 de mayo de 1917.

La pionera de la que no todo el mundo habló

Para cuando se puso sobre la mesa la producción de La Flor de España, Helena Cortesina ya era una artista consolidada sobre los escenarios españoles, si bien la imagen que de ella ofrecía la prensa en la década de los 10 (una bailarina, se decía, estatuaria, imponente y al gusto castizo) distará mucho de la que sucede a partir de 1920, cuando Cortesina intenta, sin éxito, pasar a ser una estrella del cine mudo. Es entonces, cuando José Buchs le da un pequeño papel junto a Florián Rey y Elisa Ruiz -quienes sí destacarán en el celuloide en los años venideros- en El inaccesible, cuando el pelo se acorta, la figura se afina y arranca una verdadera campaña promocional con textos como el que viste y calza, y que, desde el primer minuto, intenta impulsar a la Cortesina allende los Pirineos… pero poniendo la tirita antes de la herida. Por si las moscas no fuera a triunfar:

Helena Cortesina, ¿pionera del cine español?
Helena Cortesina, en los años 20. | Nuevo Mundo, 14 de enero de 1927.

Creemos que la bellísima artista ha encontrado en el teatro mudo el camino verdadero del triunfo. El film, que retiene el secreto de la expresión y eterniza la fugitiva gracia de la postura, será para Helena Cortesina un timbre más de gloria y para España un orgullo al ver que una de nuestras más famosas artistas incorpora su nombre a la élite de triunfadores que en la pantalla rivalizan en fama y en arte ante los públicos del mundo entero. Que los tradicionales obstáculos que aquí coartan toda iniciativa no se opongan a la triunfal carrera de Helena Cortesina, para que esta gentilísima mujer no tenga -como tantas otras- que ir a buscar bajo otros cielos la gloria y la consagración que merece. | La Esfera, 23 de abril de 1921

Helena Cortesina, ¿pionera del cine español?
Helena Cortesina, al estilo Pickford. | La Correspondencia de España, 29 de octubre de 1921.

Hoy la cinta no se conserva, pero podemos saber sobre Flor de España siguiendo las crónicas de la prensa, con frecuencia lisonjeras: me referiré ahora al artículo de La Correspondencia de España del 29 de octubre de 1921, donde se afirma que el film es una comedia de tipo sainete, donde la gracia está por arrobas y que tiene momentos maravillosos de fotografía. De lugares de acción, baste con decir que han tomado lo más interesante de Madrid, enlazándolo notablemente con las escenas de drama. Se desliza el cronista, cien años después lo sabemos, al afirmar que será una película de éxito mundial por su interés, y América, París, donde haya colonia española, será un río de oro. Es una cinta muy española sin ninguna españolada, es un pedazo de vida arrancado de la vida misma, es de un sano optimismo; no tiene trucos, pero sí un fuerte color, un ambiente pintoresco y simpático, y vibra en toda ella el alma popular española, que ríe, y llora, y triunfa, y se eleva hasta convertirse en ídolo.

Con todo, lo más interesante de este artículo va en la nota del pie de la ilustración reproducida justo arriba: en ella, a Helena Cortesina se la llega a comparar con las grandes divas del cine europeo y americano, Francesca Bertini (1892-1985) y Mary Pickford (1892-1979). Es también una formidable artista de la pantalla, del linaje artístico de las Bertini y de las Pickford, se dice. Y la comparación con esta última no es baladí a la hora de analizar esa misteriosa empresa de producción cinematográfica, la efímera Cortesina Films.

Una productora sin producciones

Helena Cortesina, ¿pionera del cine español?
La única pose que se conserva de Flor de España tiene también como protagonista a su directora y productora. | La Esfera, 8 de octubre de 1921.

Cortesina Films solo produjo una película: Flor de España. Cosa rara en una década en la que el cine español echaba a andar y en el que a las hermanas Cortesina (Helena, Ofelia -después cambiaría su nombre Alicia- y Angélica) no les fue mal sobre los escenarios. Dada la comparación en la prensa y en el propio aspecto físico de Helena Cortesina, esta productora parece, más que un emprendimiento propio de la actriz, un trasunto comercial de la United Artists de Pickford, Fairbanks y Chaplin, creada apenas un par de años atrás, en 1919. Así, en el Mundo Gráfico del 25 de mayo de 1921, se afirma que

Helena Cortesina, la danzarina hermosa, lisonjeada por el éxito alcanzado en La Inaccesible, se lanza definitivamente al cinematógrafo. Y, a imitación de muchas estrellas norteamericanas, producirá las obras por su cuenta, estando formando un elenco artístico escogido al efecto.

A finales de ese año, con la maquinaria publicitaria de Flor de España puesta a funcionar, solo algunos periódicos publicaron crónicas sobre la supuesta película dirigida por vez primera por una mujer, si bien en las notas publicadas se hace mayor hincapié en el proceso de producción. Pero… ¿y el resto? Al menos uno, El Sol, que contaba con una nutrida sección cinematográfica, guardó silencio absoluto sobre la película de Helena Cortesina, cuyo argumento no se desarrolla en crónica alguna. Aparentemente ese ‘desprecio’ a la cinta de Cortesina fue afeado por alguna publicación, a lo que El Sol responde de forma más que interesante para darnos un poco de clarividencia sobre este problemático asunto, cien años después.

Helena Cortesina, ¿pionera del cine español?
La Esfera, 23 de abril de 1921.

No nos explicamos bien la necesidad que haya podido tener el autor del artículo de mezclar elogios a una artista con unas cuantas cosas desagradables dirigidas hacia periódicos como EL SOL, que ha sabido guardar, escudado en un piadoso silencio, la prudente discreción a que nos obligaba nuestra galantería para la bella artista Helena Cortesina.

Presenciamos la prueba oficial de dicha película; oímos los estruendosos aplausos de los numerosos invitados al acto, y escuchamos también los comentarios adversos que hacían los mismos que minutos antes oficiaban de «alabarderos».

Y formamos nuestra opinión, alejados de la insinceridad de los unos y de la acritud de los otros. Nuestro deber nos obligaba a decir la verdad; pero por una vez nos quedamos al margen del deber, con atención a la galantería, y supimos callar. (…) La señorita Cortesina podrá continuar haciendo cuantas películas quiera; seguirá o no los consejos que se le den; supondrá que con sus procedimientos cinematográficos revolucionará el arte mudo; llegará a creer que ha logrado la producción de joyas cinematográficas. Todo eso está muy bien, aunque nuestro criterio es diametralmente opuesto. Pero ni la señorita Cortesina ni sus «consejeros áulicos» podrán evitar que en lo sucesivo continuemos en la misma actitud que hemos adoptado con respecto a la primera cinta de esta señorita.

Helena Cortesina, ¿pionera del cine español?
Sparta, 10 de diciembre de 1932.

Un tratamiento a la obra de Cortesina muy similar, aunque más respetuoso, que el que se tendría, en 1927, con la hazaña de Ruth Elder, supuesta pionera de la aviación femenina con una importante campaña publicitaria por detrás y cuyo mérito sería cuestionado por otra aviadora mujer, María Bernaldo de Quirós. El caso es que Flor de España tuvo muy poco éxito comercial y pocos años después Helena Cortesina desapareció por completo de los papeles, que de aquella no eran cuché pero pudiera bien haberlo sido.

¿Qué fue de Helena Cortesina?

El parón de varios años después del fracaso de Flor de España fue explicado por Helena Cortesina, en su vuelta a los escenarios (que no al cine) a principios de 1927 para el Nuevo Mundo del 14 de enero de ese año, dando unos motivos que tampoco dejarían de encajar con la teoría de que esta ‘primera producción femenina’ no fuera más que una fallida campaña propagandística de asociación con el cine yanki:

No pude resistir el asedio de los empresarios que, por fin, me han sacado de mi casilla.

Lo que sí reconocía, en su propia voz, haber creado aquella renovada Helena Cortesina era una compañía de danza junto a sus hermanas, con la que conseguiría grandes éxitos en los años subsiguientes. Después de la Guerra Civil, durante la que participó en al menos un acto a favor de la República organizado por la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura, acompañada por María Teresa León, Rafael Alberti o Manuel Altolaguirre, Cortesina se exiliará en Argentina. Allí conseguirá notables éxitos como actriz en audiciones radiofónicas para Radio Sténtor (1937) y sí, volverá al cine, llegando a ser la segunda de a bordo de Margarita Xirgu, junto a la cual actuaría en Bodas de Sangre (1938). Su carrera en el celuloide no despegaría, y en cualquier caso lo hizo tímidamente, hasta aquel exilio argentino, casi veinte años después de las crónicas que prometían su triunfo universal. Muerta en 1984, a la edad ‘oficial’ de 81 años -lo cual la habría hecho acreedora del difícilmente creíble récord de haber dirigido una película… a los 18 años, después de varios sobre los escenarios-, pocas crónicas recuerdan hoy a Helena Cortesina como la pionera del cine que, probablemente, nunca fue.

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