Help! mi amiga acaba de tener un peque

Sí... esa es una de las frases que más me escribís, seguida de un 
no sé qué le puedo regalar 
o un 
ayúdame a ver cómo se te ocurre a ti 
o  
lo necesito para mañana
Las última tiene una solución bien sencilla: ponerme como una loca a trabajar (mejor ni os cuento los necesito para mañana que tengo esta semana... y las horas a las que estoy escribiendo esta entrada!) para dejarlo esa misma tarde en la mensajería y que lo tengas contigo al día siguiente (sé que son regalos muy especiales, así que me esfuerzo al máximo para que las cosas estén a su tiempo y cuando las necesitáis; si alguna vez te encuentras en una situación de un hoy para mañana escríbeme que te cuento qué podemos hacer).
El caso es que estas canastillas son un regalo perfecto para esos recién llegados peques y esas nuevas mamás. Ya os he contado en alguna ocasión en qué consisten, (click aquí si no lo has leído nunca) y sé a ciencia cierta que con una de éstas nunca fallas. No os puedo decir quién me hizo el pedido de ésta (aunque algo os conté en mi perfil de Facebook) y desconozco quienes son los destinatarios, pero espero que hayan quedado encantados.

Cuando hablaron conmigo para hacerme el encargo sólo me dijeron que era para un niño... y poco más. Y es aquí cuando entró en juego la segunda pregunta que os expuse arriba. ¿Cómo lo hago? Uf... para mí es una decisión difícil elegir por vosotros, y siempre respondo con algunas preguntas para sondear un poco por dónde puede ir el tema y proponeros opciones. Pero en este caso... ná de ná... todo era decisión mía. Así que opté por hacerla en colores de bebé y utilizando las telas lenceras, porque con éstas nunca fallas. ¿Verdad que os lo suelo decir mucho?

Y bueno, también porque tenía ganas de ver cómo quedaba el passepartout con estas florecitas en celeste, que hasta ahora sólo lo había hecho en color rosa.

Y una vez está lista y terminada llega el momento más divertido: EL MOMENTO PACKAGING. No os lo digo de nuevo, ya sabéis lo que disfruto preparando el pedido, poniéndolo bonito para que sólo lo tengáis que regalar a esa mami, bien embaladito para que durante el transporte no sufra (lo que implica siete mil millones de papeles de seda, de burbujas y todo lo que sea para acolchar los posibles golpes que pueda llevarse). Muchas veces me encantaría que la caja llevara un agujerito con una cámara dentro para grabar la cara que se os y les queda al verla (sí, les queda porque también las mando directamente al destinatario si queréis, ¡no hay problema por eso! con la tarjeta personalizada de regalo escrita con el texto que me facilitéis)

¿Qué os parece el resultado? Contadme cómo reaccionaríais vosotros si os regalaran algo como esto... ¡Yo desde luego me comería a besos a esa persona!
Esta semana, por lo que os he contado arriba del hoy para mañana, se me ha complicado una barbaridad, así que el lunes, sin falta, estarán aquí los nuevos modelos de Recordatorios de Primera Comunión. ¡Feliz miércoles hasta entonces!