Cuando Niva, del blog Equinoccio, realizó aquella entrada sobre el Síndrome de la saga abandonada no pude evitar mirar hacia mi estantería y darme cuenta que yo también tenía algunos libros que entrarían perfectamente en dicha categoría.
En los últimos años las editoriales han aumentado el número de trilogías, series o sagas publicadas, lo que ha provocado que el mercado editorial se encuentre saturado de libros; quieren publicar más y más inicios de saga con el fin de encontrar la novela perfecta para que sea el nuevo éxito editorial, o al menos, para que las ventas sean abundantes. Sin embargo, llega un momento en que se olvidan de las continuaciones que deberían publicar. Ha llegado el punto que ni siquiera la publicación del segundo libro es garantía de la del resto, ya sea porque el calendario de publicaciones editoriales se encuentra saturado, o porque este primer o segundo libro no ha funcionado en cuanto a ventas, o por problemas en los derechos.
Sé que una editorial es una empresa (algo que veces a muchos se les olvida) y en los tiempos que nos encontramos es normal que busquen libros que les ayuden a conseguir más capital, pero también una editorial es un centro cultural y en el momento en que deciden abandonar esa trilogía o esa serie, me decepcionan, porque veo que son más proclives a ser una empresa que a respetar a sus lectores.
¿Qué pasa con esas personas que los han leído y esperan ansiosos sus continuaciones? ¿Y aquellas que esperan a tener la trilogía completa para comenzar a leerla y pasan los meses, años, esperando alguna noticia sobre la publicación de su continuación?
Porque no estoy hablando de novelas que se han publicado durante los últimos meses, sino de años de espera. Ahora mismo, yo misma soy una de esas personas. Tengo en la estantería algunos libros con los que no sé qué hacer: si leerlos y tener la esperanza –en el caso que me gusten, claro- de que algún día se lleguen a publicar sus continuaciones, dejarlos en la estantería por un tiempo más, o deshacerme de ellos sin más porque ha llegado un punto en que ya ni siquiera sé si me apetece leerlos.
¿Qué haríais vosotros?
Hood y Scarlet (Stephen R. Lawhead): Timun Mas publicó en 2008 y 2009 el primer y segundo libro, respectivamente, de la trilogía El rey cuervo. Repito, 2008 y 2009. Me olvido que vayan a sacar el tercero, ¿verdad?
Cuando los compré -a 5,95 € lo que da entender que se querían librar del stock-, me apetecía mucho leer libros sobre Robin Hood. Ahora ya no, por lo tanto no sé qué hacer. ¿Es posible que sean libros autoconclusivos y que el tercero no haga falta? Siempre se puede recurrir a la edición inglesa…
Lágrimas oscuras y Rebelión (Arthur de Jeuffosse): Creo que la editorial que publicaba la trilogía Amazonas, Educando, hace tiempo que se retiró del mundo editorial. Lágrimas oscuras y Rebelión se publicaron entre 2009 y 2010; ha pasado demasiado tiempo para que otra editorial apueste por ella y saquen el tercer libro, ¿no? Pregunto lo mismo que en las anteriores, ¿tienen un final más o menos cerrado? ¿Valen la pena?
Dark Divine (Bree Despain): Primer libro de esta trilogía que ya está acabada. El primer libro se publicó, por Ediciones B, en octubre de 2010. Han pasado más de dos años y no se ha escuchado ni una palabra sobre la publicación del segundo. ¿A qué esperan? Olvidarse de lo que sucede en un libro es fácil si se lee mucho –y si el libro no te ha atrapado del todo-. Al menos puedo pensar que que si me gusta puedo leer sus ediciones inglesas.
El juramento (Kimberly Derting): Quizás no debería incluir este libro porque al fin y al cabo se publicó en 2011 y tampoco es una fecha tan lejana, ¿no? Sin embargo, me pareció leer en alguna de las crónicas sobre un encuentro bloguero con La Galera, que la editorial no tenía previsto publicar su segunda parte. A mí eso me da mala espina.
De todos modos, creo que ésta va a ser la única a la que voy a mantener a la espera, porque en Estados Unidos se publicó el segundo libro a principios de enero de este año. ¿Será a finales del 2013 o a principios de 2014 cuando se publique? Sólo La Galera lo sabe.