Es lo malo que tienen las hemerotecas, especialmente estos tiempos en los que el soporte digital no deja ni que se deteriore la calidad -ni la claridad- de este “editorial” de La Tuerka. El olor a franquismo que tienen los pies de los gobernantes no debe molestarle mucho al Sr. Iglesias cuando acompaña a D. Pedro, el tonto útil, ni tampoco la policía que vigila veinticuatro horas al día su apartamento de Vallecas, perdón, se me olvidó que había cambiado de domicilio, a la que consideraba al servicio de los poderosos.