Justo cuando en tan solo unos días llegará a España una de las películas pseudoreligiosas más polémicas de los últimos años, Noé, un informe de la Organización de Naciones Unidas nos alerta de lo que se podría considerar el principio del fin del mundo si seguimos maltratando al planeta tal y como lo hacemos.
El estudio del que les hablo, se presentaba en el día de ayer en una primera parte explicando que el cambio climático ya ha afectado a la disponibilidad de agua y alimentos en algunas zonas del planeta y que de seguir así comenzará a haber flujos migratorios y crecimiento de la violencia por la escasez de recursos.
Y aunque dicho así suene a mensaje fatídico, siniestro o funesto, la realidad es la que es y el cambio climático ya lo estamos viviendo y los aspectos que lo demuestran son esas ciclogénesis explosivas que cada cierto tiempo llegan a España. O los cambios de temperatura tan radicales que observamos jornada tras jornada porque no es normal que tengamos 28 grados durante dos días y luego los termómetros bajen a menos de la mitad durante el resto de la semana.
Y el que haya olas de calor, tifones, lluvias torrenciales, inundaciones o sequías en todo el mundo como alertan desde la ONU, no solo afecta a los cultivos sino al cambio en los patrones migratorios de diversas especies animales. Y a esto se le suma precisamente la escasez de alimentos y agua. Por eso cuando vemos como muchos ponen en riesgo sus vidas para pasar una frontera o nadan hasta el límite de sus fuerzas para cruzar el límite de un país, lo hacen porque allí donde están ya no tienen de que vivir.
De ahí que hiciera referencia al comienzo de esta perorata a la película que se estrenará este viernes en todas las pantallas de España, Noé. Una película que podrán ver a un precio de auténtico lujo, porque el cine es para los adquisitivamente pudientes, de una superproducción muy al estilo fantástico hollywoodiense en la que un solo hombre salvará a la humanidad de una apocalíptica inundación.
Algo que si pensamos cómo están las cosas y como tristemente nos relatan desde la ONU no esté tan lejos. Solo falta ver si en el tiempo que pasaron rodando en Fuerteventura parte de esta gran producción se dejaron alguna réplica a pequeña escala del arca para meter en ella a las pocas especies no extintas que nos queden en el archipiélago y dejar fuera a aquellos que no tengan hueco en una nueva etapa de la vida en este planeta.
Esta es la crónica habitual de un día como otro cualquiera…