Revista Política

Hemos de acabar con los caciques

Publicado el 09 mayo 2013 por Catalega @Catalega

HEMOS DE ACABAR CON LOS CACIQUES Decía ayer Esperanza Aguirre en una entrevista concedida a Antena 3, que "los estatutos del PP no dicen que haya que alabar a los ministros", en referencia a sus discrepancias con el Ministro de Hacienda, Sr. Montoro, en relación a la petición de la Sra. Aguirre de bajada de impuestos. Además apuntaba Esperanza Aguirre que  "hay que defender los valores y principios del partido, que es lo que el partido piensa que es bueno para España", añadiendo que "eso es la lealtad". Y lleva toda la razón Dª Esperanza y está muy bien que se recuerde que los estatutos del Partido Popular no obligan a alabar y a estar de acuerdo en todo lo que digan o hagan los dirigentes y demás cargos públicos del partido. Esto es algo muy habitual entre nuestras fuerzas políticas, en ellas se rinde el culto al líder, al más estilo de Corea del Norte, sin dudar en ningún momento que éste se puede equivocar y olvidando que el debate interno, la discusión y la confrontación de pareceres es fundamental para el avance de las ideas y de los proyectos políticos. Y la pregunta es, los dirigentes de los partidos, ¿admitirían de buena gana esos debates? ¿admitirían que se contrarrestaran sus opiniones y puntos de vista? Yo creo que los actuales no admiten eso. Al que discrepa, al que no piensa como ellos, lo apartan, le dan de lado, porque molesta, porque están acostumbrados al “si buana”, porque les da miedo que la gente piense. Solo quieren borregos a los que poder controlar. Y además de en discusión y confrontación de pareceres nuestros partidos políticos también han de mejorar muy mucho en la atención que dispensan a los afiliados de base y simpatizantes y en este tema creo que el que más tiene que avanzar es el Partido Popular. Tengo la sensación de que los partidos políticos solo se acuerdan de sus afiliados y simpatizantes cuando hay elecciones, los movilizan solo coincidiendo con las citas electorales. Mientras no hay elecciones no se acuerdan de ellos. Y eso ha de cambiar. No es normal que un afiliado a un partido solo reciba una carta para que se apunte como interventor, no es normal que un afiliado de un partido no sepa a quién dirigirse para hacerle llegar una queja, una sugerencia o, simplemente una opinión. No es normal. Los partidos políticos son uno de los instrumentos de la democracia, porque la base son los ciudadanos; pero mientras que ese instrumento no sea participativo, realmente democrático y permita la crítica, la discusión y la confrontación de ideas mal irá nuestra democracia, porque con el actual sistema lo único que se ha conseguido es instaurar el caciquismo. Y hemos de acabar con el cacique.

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