Revista Opinión

¿Hemos dejado de querer?

Publicado el 26 noviembre 2019 por Carlosgu82

¿Hemos dejado de querer o es que nunca hemos querido?

Hay quien dice que hemos olvidado cómo querer, pues es un hecho que hoy en día, las relaciones van y vienen como la brisa de verano. Quien dice eso, lo acompaña con que las relaciones de antaño, eran más bonitas y duraderas porque existía el amor. Esas parejas, por lo general, llegaban al lecho de muerte juntas, ¿pero significaba eso que se querían, o más bien vivían toda una vida por costumbre de la compañía del otro?

Cuando echamos la vista atrás, vemos que antiguamente, las personas se juntaban antes y durante más tiempo, ya que la sociedad de la época, hipócrita donde las haya, así lo determinaba. Si la mujer de la pareja se quedaba embarazada, ambos debían casarse a modo de «castigo» ejercido por los padres. Esto iniciaba una relación, que empezaba por la pasión, pero acababa ahogada en una obligación que desembocaba a una rutina para el resto de la vida. Es por ello que me pregunto el por qué están tan sobrestimadas las relaciones de antaño, y cuya única respuesta que se me ocurre  es que el ser humano añora lo añejo, el pasado; ya que la gente que dice que las relaciones de antes eran mejor, es porque las han vivido en sus carnes.

¿Pero qué ocurre con las relaciones modernas? ¿Por qué la gente mayor de cuarenta años suele desprestigiarlas? La duración y la promiscuidad de las mismas, dicen. ¿Pero no es eso algo bueno? Es decir, actualmente, la sociedad tiene relaciones menos duraderas porque se ha superado la barrera del miedo impuesta y han superado «el qué dirán», quemando a su vez la cuerda con la que debían atarse a una misma persona toda la vida; atarse a esa persona, aunque no quisiera estar realmente con ella. Entonces, hoy en día, ¿somos más promiscuos o aprovechamos la libertad para elegir con quien queremos estar?

Somos libres, sí. La libertad es algo hermoso, pero a la par que peligroso, pues cuántas serán las personas que se han hundido moralmente porque la persona que les gustaba, ha preferido a otra; o cuántas personas han mareado y manipulado para beneficio propio. Beneficio, que se traduce en estar con alguien simplemente por estar, para no aburrirse, sin que le importaran sus sentimientos.Entonces, ¿hemos dejado de querer?. La respuesta es no, pues aunque los tiempos avancen y la gente se quiera de forma distinta a como se hacía antes, el amor siempre será eso: amor.

Y aquí, en este último párrafo, es donde lanzo tanto mi reflexión como conclusión, y es que, aunque las relaciones de antes eran más restrictivas, no eran peores ni mejores a las modernas. Lo mismo pasa con las modernas, pues aunque tengan la libertad que antaño no poseían sus abuelos, parece que se ha perdido un poco la empatía, pero no el amor. Así que si lo que buscas es una relación sana, ya sea duradera o no, recuerda: sé libre y nunca digas nada que no sientas realmente.


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