Miguel Ángel Navarro, Javier Martín, María Leclère, Sara Mallén, Marta Navarro, Marta Navarro, otra Marta Navarro, Vicky, Amaia San Miguel, Vera Martín o Aitana, miembros de la futura Peña Fiebre Amarilla (o como se acabe llamando). Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
Toni Delgado / ZaragozaAparece con unos cascos enormes. Quinn Dornstauder se sienta en el suelo y observa con curiosidad el Stadium Casablanca- Calasancio, de Primera Aragonesa, que se está jugando en el Eduardo Lastrada. Son las 10.28 y quedan casi dos horas para que la pívot canadiense y sus compañeras del Stadium Casablanca salten a la pista para enfrentarse al Al-Qázeres. La segunda en llegar es Brittany Brown, entrenida con el móvil y que será la primera en empezar a hacer tiros después. Irene Lahuerta repasa unos folios con el cuerpo técnico y Vega Gimeno se presenta feliz a las 10.59. Un rato más tarde, cerca de las doce, aparecen los primeros aficionados y aficionadas. En seguida, justo al lado de un cartel de Mann Filter, el patrocinador, se reúne una futura peña que conserva, de momento, el nombre de una anterior de otro club, el extinto Basket Zaragoza: Fiebre Amarilla. Es un grupo sano que anima, exige y apoya desde el respeto al Stadium Casablanca, bloqueado ante un rival que le supera en todas las facetas a partir del tercer cuarto (54-72).Suena Nada de esto fue un error, de Coti, Paulina Rubio y Julieta Venegas, y hablo con el primer miembro de Fiebre Amarilla, Miguel Ángel Navarro. Para él aficionarse al baloncesto ha sido uno de sus grandes aciertos en la vida: "De pequeño ya jugaba. Con los años, se me pasó un poco la afición. Tiempo después, apunté a mi hija al baloncesto y se enamoró de este deporte. Y yo, claro, me he reenganchado". Su hija Marta juega en el Alfindén CB, donde les regalaron invitaciones para ver al Stadium Casablanca: "Nos enganchamos sin remedio y ya somos socios".
Algunos de los entrevistas y entrevistadas siguiendo el partido ante el Al-Qázeres. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
Puede que Miguel Ángel sea tan feliz como prudente. Le pregunto por su jugadora favorita del Stadium Casablanca.—Me gustan muchas: Marta Montoliu, Irene Lahuerta, Vega Gimeno... ¿Cómo no me va a gustar Vega Gimeno?—¿Es tu favorita, no? –le pregunto. —[Risas]. Yo creo que sí, pero las admiro a todas. Vega es muy cercana. ¡Un encanto! Pienso que tiene la cabeza muy bien amueblada y es una luchadora. Lo demuestra siempre en la pista y fuera. Fíjate cómo se recuperó de su lesión. Es una suerte que Vega haya renovado. Espero que se quede muchos años aquí. Siempre nos tendrá en la grada a mi familia y a mí apoyándola a ella y al equipo. Hemos hecho un grupo muy sano... Mira, ¿ves ésa que lleva una camiseta del Stadium Casablanca con el número 13 y se acerca? Es María. El primer apellido de María es Leclère y sigue al equipo desde hace tres años. Lo descubrió gracias a las invitaciones que les repartió la Federación Aragonesa de Baloncesto: "Nos gustó mucho el ambiente y ver baloncesto tan de cerca". María, que jugó como aficionada hasta los 20 años, tiene claro que el baloncesto ofrece un aprendizaje infinito para sus dos hijas, Irene, de 14 años, y Vera, de 11: "Es el deporte más sano. No hay enfrentamientos como en el fútbol y sí amistad, trabajo en equipo... Es una metáfora de la vida. Es esforzarse, entrenarse, entrenarse y entrenarse...".
Parte de la grada del Eduardo Lastrada. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
"Once upon a time not so long ago... Tommy used to work on the docks, union's been on strike... He's down on his luck, it's tough, so tough...", canta Bon Jovi mientras grabo a Marta Navarro, seguidora del Stadium Casablanca: "Es el equipo de la ciudad y encima estamos haciendo un buen grupo para venir a verlas". "Yo las apoyo porque me apasiona el baloncesto, sobre todo el femenino", interviene Amaia San Miguel. "Las sigo desde hace tres años", apunta Javier Martín.
Sara Mallén apoya al Stadium Casablanca desde hace unos 12 años y ya formaba parte de la Peña Fiebre Amarilla, del desaparecido Basket Zaragoza: "Hemos vuelto a relanzar la peña porque el Stadium Casablanca necesita más aliento de la grada. Estamos pensando si conservamos el nombre o hacemos algún retoque. Queremos que se note que jugamos en Zaragoza. Que ruja el pabellón". Sara podría exportar su pasión y ocurrencias. En su momento, fue a ver al Stadium Casablanca en su último partido de fase regular en Liga Femenina 2: "Cogí el autobús a las cinco de la mañana, me planté en el pabellón del Canoe y me volví con el equipo. ¡Fue muy especial". Esta aficionada tiene planificado otro viaje loco que no puedo desvelar. Sí que es público que, como el resto del grupo, se implicará al máximo para formar una peña del Stadium Casablanca. Se llamará Fiebre Amarilla o no, pero conservará la esencia de la original: pasión, respeto y fidelidad.
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