No tengo problema alguno con la ciencia ficción. En la mayoría de los casos es un género que me gusta (quitando cuando se disfrazan de marcianos y cosas así) y me gusta mucho más cuando hablamos de ciencia ficción en realidades cercanas a la nuestra (en tiempo o espacio).
Sin embargo sí que tengo cierta reticencia a cuando pretenden hacer pasar la ciencia ficción por otra cosa, para así quizás ganar un poco más de ese público que objetivamente jamás iría a ir a ver una película de ciencia ficción. Que no os engañen, Her es ciencia ficción de la más pura que existe, pero gracias a ese maquillaje que la recubre podría parece que estamos ante un drama romántico (que también).
Pese a todo creo que puedo decir que Her es una obra maestra de su género. La forma en la que está contada, con ese ambiente meláncoloco que la embriaga hizo que entrara en su juego desde el minuto uno. Los planos, la música, la ambientación y como no, la personalidad de los personajes, consiguen que la película se convierta automáticamente en una maravilla.
La interpretación de Joaquin Phoenix, como casi siempre, no defrauda, dotando al personaje de Theodore de una profundidad que quizás otro actor no hubiera logrado. Como comenté en el podcast sobre The Master creo que parte de esto reside en la existencia perturbada del propio actor que lo ha hecho encasillarse en personajes rotos, intensos y especialmente dramáticos.
En el lado de la chica podemos decir que Scarlett Johansson consigue algo prácticamente imposible, dotar de personalidad a una máquina. Si ya debe ser complicado poner voz a un dibujo animado no me quiero imaginar el ejercicio de interpretación que requiere hacerlo de un ser inanimado, etéreo, una máquina que a la vez son mil máquinas. En este sentido podemos decir que el hecho de que no la hayan nominado al Oscar es una injusticia total.
Sin embargo el punto negativo en esta ocasión se lo tengo que poner a Amy Adams. Creo sinceramente que en esta ocasión Amy está demasiado sobreactuada, no se si es por el maquillaje y peluquería de su personaje o por la propia naturaleza del mismo, pero creo que uno de los puntos negativos de Her es precisamente esto.
En otro orden de cosas se podría decir que Her bebe de esa nueva corriente de la que Black Mirror es abanderada. Esa ciencia ficción cercana, que sabes que lo que cuenta podría pasar perfectamente más tarde o más temprano. Esas historias incómodas, como la de que un tipo triste y solitario se enamore de una máquina y pueda incluso sentir celos de lo que haga a sus espaldas.
Finalmente me gusta como al final, y aquí meto SPOILERS, la historia acaba de una forma no muy agria, dando un halo de esperanza a la sociedad en la que vivimos, cada día más apegada a las máquinas, para bien y para mal, y más separada de los propios seres humanos, del calor de las personas. Todo esto sin querer juzgar a las propias máquinas, que hubiera sido el discurso fácil y típico que se suele usar, claro.