San Simeón, monje. 26 de julio.
Simeón nació en Armenia en el siglo IX. Cuando llegó a la juventud, fue casado por sus padres, mas Simeón huyó la noche de bodas y se refugió en una cueva donde vivían unos ermitaños. En una ocasión una nevada terrible bloqueó la entrada cueva, quedando los monjes atrapados. Mas de pronto apareció un ciervo del cual los santos hombres pudieron comer hasta lograr abrirse paso al exterior.Luego de ejercitar la vida eremítica, Simeón comenzó una vida de monje errante. Visitó Jerusalén y Antioquía, y en 983 se embarcó a Roma. Allí le ocurrió algo sorprendente: al hacer la señal de la cruz al modo oriental, un sacerdote gritó: “¡hereje, hereje!”, y la turba se echó sobre él. 'Ay la ignorancia! La leyenda dice el caso llegó al papa Benedicto VII, quien envió a un obispo armenio a quien acababa de ordenar para que examinase en la fe al monje. El obispo confirmó que era católico totalmente. Simeón quedó libre, mas, por si acaso, se fue a un monasterio en Pisa. Allí de nuevo volvió a padecer la ignorancia de las personas, pues los monjes le tomaron como hereje, le pegaron y castigaron en una celda hasta que el obispo de Lucca intervino y le salvó. En esta ciudad conoció a unos judíos y les predicó de la fe de Cristo. Uno de ellos no quiso oír de Cristo y al instante falleció. Entonces la familia judía aceptó convertirse a Cristo, y Simeón los presentó al obispo para ser bautizados.
Simeón volvió a sus correrías: predicó en Lombardía y Vercelli, donde sanó el caballo de un pobre viejo enfermo, que lo necesitaba para trabajar. Visitó Gascuña, Compostela, Tours y otros lugares santos, venerando las santas reliquias de la Pasión del Señor y de los santos. Finalmente llegó a Mantua, estableciéndose en un monasterio en Padolira. Una leyenda cuenta que se exhibía un león en una plaza de Mantua, y Simeón se acercó a la fiera y la acarició como si fuera un cachorrillo, quedando todos admirados. Otros milagros se cuentan del santo: a una chica a la que atormentaba el bocio, el santo le sanó al tocarla. A un compañero monje que se ahogaba con una espina de pescado, Simeón le tocó la garganta y el monje escupió la espina.
Simeón falleció el 26 de julio de 1016. Su “vita” fue escrita por otro monje de Padolira. Benedicto VIII le canonizó y León IX autorizó la elevación de sus reliquias.
Fuente:
-Vidas de los Santos. Tomo XI. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 26 de julio además se celebra a
Santa Cristiana, virgen