P(u)ateando la vida. Otro blog de Golcar
De la herida en mi pecho
ya no queda cicatriz
Tu puñalada
fue borrada por otros dolores
de los que apenas quedan rastros.
Pero, a veces,
cuando apareces
de improviso
Un rencor efervescente
se agita en mi colon.
¡Tanto que pudo ser!
Tanto amor repartido
en otros cuerpos.