Revista Cultura y Ocio

Hermana (Rosamund Lupton)

Publicado el 24 octubre 2014 por Elpajaroverde
Queridos pajaritos:
Os necesito. Necesito que prestéis toda vuestra atención; que liberéis vuestra mente de cualquier otro pensamiento que no sea leer esta reseña durante los dos, tal vez tres minutos que os lleve hacerlo. Os necesito aquí, en este preciso momento, para que podáis recoger todo el torrente de sensaciones que ha supuesto para mí la lectura de esta novela. Lo he intentado otras veces pero ¿cómo pueden las torpes palabras de una mera lectora y bloguera aficionada sustituir el mágico catalizador de emociones que es la lectura de un libro? No sé por dónde empezar. Por el principio, me diréis. Tal vez no sea mala idea, al fin y al cabo así es como empieza Beatrice su última carta a Tess, su hermana pequeña. Así es como comienza esta larga misiva que es esta novela, por el principio, para que nada se pierda, para que nada se olvide. Nada de lo vivido, nada de lo sentido, nada de lo aprendido.

Hermana (Rosamund Lupton)

Portada de Hermana

Cuando Beatrice recibe una llamada de su madre informándole de la desaparición de su hermana Tess, no duda en regresar de inmediato a su Londres natal desde Nueva York, ciudad en la que reside. La investigación policial concluye a los pocos días, pero Beatrice se niega a aceptar las conclusiones de la policía. Inicia así su cruzada particular para averiguar qué es lo que en realidad le ha sucedido a Tess, un vía crucis doloroso y solitario en el que busca a su hermana pero se halla a sí misma. "Hermana", ése es el título de la primera novela de Rosamund Lupton. No podría haberse elegido un título mejor para una novela en la que el amor fraternal en su estado más puro está latente en cada una de sus páginas.
Beatrice lleva una existencia... ordenada, sí, esa es la palabra. Todo tiene su compartimento estanco en su vida: su trabajo, su prometido,... Ella es la hermana mayor, la protectora, así lo siente, así lo cree. Tess, su hermana pequeña, de la que siempre está pendiente. Tess es brillo, Tess es luz, Tess es vida. Estas dos jóvenes mujeres tan diferentes y con maneras tan distintas de ver la vida tienen un estrecho vínculo entre ellas, desde siempre, desde niñas, y ni siquiera los miles de kilómetros que las separan han sido capaces de hacer mella en esa unión. No es de extrañar que la desaparición de Tess sea un duro golpe para Beatrice. Pero es que además ella es la persona que mejor conoce a su hermana en este mundo, y es esa certeza, la que se torna en incredulidad ante la versión policial de lo sucedido. Esa que le cuentan no es 'su' Tess, no puede ser. Esta negativa a aceptar las evidencias se convertirá sin proponérselo en una investigación de la verdad. Será duro y doloroso el camino pero llegará al final, y cuando lo haga empezará a escribir esta carta, esta última conversación unidireccional con su hermana pequeña.

Hermana (Rosamund Lupton)

1897-Crisantemo. Jose Luis Cernadas

Beatrice le narra a Tess su dolor, su culpa, no estaba ahí cuando más la necesitaba. Le cuenta su soledad en la búsqueda de la verdad. Nadie la cree, ni la policía, ni su madre, ni su prometido. Intercala su relato con recuerdos de su infancia, con momentos compartidos con su hermana. Rosamund Lupton describe el dolor en boca de Beatrice de una manera tan hermosa, ese abismo en el que cae y del que no sabe cómo salir. Y esa maravillosa transformación que sufre la protagonista. Beatrice busca a su hermana, poco sospecha que en esa búsqueda se reencontrará con la madre de su niñez, perdonará el abandono de su padre y descubrirá una versión de si misma desconocida. Desconocida para ella, porque Tess siempre la vio así. Es como si su hermana obrara milagros aun sin estar presente.
La escritora inglesa recurre a la primera persona para contarnos esta conmovedora historia. Dirige además la narración a una única persona, la hermana de la protagonista. Esto imprime a la novela un estilo muy directo y a la par intimista. Es como si estuviéramos asistiendo a algo privado pero sin por ello tener que sentirnos culpables, como si nos hubieran dado permiso para ello. Y hemos de dar las gracias porque es un valioso regalo el que nos han hecho, es un precioso obsequio el que nos hace esa Beatrice desesperada a la que ya no le importa nada, al desnudar su alma y mostrarnos sin pudor sus emociones. Y más generosa aún es la autora al no dejar huérfanos al resto de personajes. Beatrice, con sus sentimientos a flor de piel, capta las fuerzas y debilidades de éstos con empatía y no duda en incorporarlos a su narración. De forma sutil, con elegancia, mostrándonos los pequeños detalles que la conmueven. Este es un libro de detalles, sí, de minúsculas observaciones a priori sin importancia pero que dotan al relato de una solidez y un realismo abrumador.
Hay un misterio por resolver, lo sé, no se me ha olvidado, aunque confieso que he estado tan entregada a toda la intensa carga emocional de esta novela que en muchos momentos para mí su resolución ha quedado en un segundo plano. Considero muchas veces más importante el cómo que el qué, y me lo estaban contando tan bien... Sí, lleváis razón, no es justo dejar a Tess olvidada sin conocer qué le ha sucedido. Además, se supone que esto es una novela ¿policíaca?, ¿de suspense?, ¿un thriller? Se me queda pequeña cualquier palabra para describirla. ¡Esto es una muy buena novela, con qué y con cómo! Porque nos lo han contado precioso, nos han envuelto, nos han pellizcado, pero es que además la trama orquestada en torno a la desaparición de Tess es sencillamente impecable. La autora juega y sabe jugar manteniendo el suspense hasta el final.

Hermana (Rosamund Lupton)

hyde park. Fotografía de S Pakhrin


Y ahora nos toca a nosotros entrar en el juego, toca jugar a descubrir la verdad. No os la voy a desvelar, obviamente. Sí os voy a contar que tan sólo unas páginas antes de que Beatrice comprendiera, yo ya había intuido un nombre, un culpable. Tenía que ser él (o ella). El único que chirriaba, el único que patinaba entre todos esos personajes y potenciales sospechosos. El único, lo único que no era creíble en este magnífico ejercicio de ficción literaria. Ya está. Quedan unas pocas páginas para acabar la novela, las justas para atar cabos y ponerle punto final. ¡Pero qué final! No le bastaba todo esto a Rosamund Lupton. Ya había demostrado su ingenio, su creatividad literaria, pero aún nos tenía reservada una última sorpresa. Inesperado y sobrecogedor, así es el final de esta novela. Sólo puedo decir que leí sus últimas páginas con un nudo en la garganta, que si no asomaron las lágrimas a mis ojos no fue por pudor, sino por esa tonta e inconveniente costumbre que tengo de llorar siempre a destiempo.
Citando a Mario Benedetti: "No sé si soy una persona triste con vocación de alegre, o viceversa, o al revés. Lo que sí sé es que siempre hay algo de tristeza en mis momentos más felices, al igual que siempre hay un poco de alegría en mis peores días." Yo no sé por qué motivo encuentro belleza en la tristeza, no sé por qué los libros tristes me parecen hermosos. Lo que sí sé es que siempre hallo en ellos un puntito de luz, un haz de esperanza, un brote verde entre la nieve, como en ese jardincito imposible e increíble de Tess. Esta novela, "Hermana", no iba a ser una excepción.
"Finalmente comprendo la pasión que tú y mamá sentiáis por la jardinería. Es un milagro estacional. Una explosión de salud y crecimiento y vida nueva y renacer. No me extraña que los políticos y los religiosos secuestren las metáforas de los brotes verdes y de la primavera para sus propósitos. Esta noche, yo también exploto esa imagen para mis objetivos, y me permito esperar que la muerte quizá no sea el fin de todas las cosas; que en alguna parte, como en los queridos libros de Narnia que Leo tenía, exista un cielo donde la bruja blanca está muerta y las estatuas reviven. Esta noche, no parece tan inconcebible."
Gracias, mil gracias, pajaritos, por vuestro tiempo y por vuestra atención.
Con mis mejores deseos,
El pájaro verde
Leed, amad, soñad.

Hermana (Rosamund Lupton)

flor de invierno. Fotografía de Quique Aparicio


Ficha del libro:Título: HermanaAutor: Rosamund LuptonEditorial: Principal de los LibrosAño de publicación: 2012Nº de páginas: 464

Más sobre "Hermana" y primeras páginas


"Hermana" lleva ya más de 500.000 ejemplares vendidos, va por la 22ª edición y ha sido traducida a 27 idiomas. Fue elegida mejor novela por varios medios británicos y ha estado 14 semanas consecutivas en la lista de más vendidos del Sunday Times. Rosamund Lupton se inspiró en su relación con su propia hermana para escribir esta novela. Ya han sidos vendidos los derechos para su adaptación cinematográfica.
Si os habéis quedado con las ganas y queréis hojear el primer capítulo, pinchad aquí.
Y el próximo viernes... nos adentramos en el Nueva York de finales del siglo XIX, en el que dos extrañas criaturas lucharán por pasar desapercibidos en la ingente urbe y por abrirse camino en el nuevo mundo. "Los viajeros de la noche" de Helene Wecker.
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