Revista Cultura y Ocio

"hermana santa, estimada por su bondad con todos."

Por Santos1

Santa Marcelina, virgen. 17 de julio. 

Fue hija del Prefecto Romano de la Galia, y nació en Tréveris. Fueron sus hermanos San Sátiro (17 de septiembre) y el gran San Ambrosio (7 de diciembre). De ella diría el mismo santo obispo de Milán: "Es una hermana santa, por todos estimada por su inocencia, su franqueza, y no menos por su bondad con todos."

Vivieron en Tréveris hasta que su padre murió. Entonces la madre se trasladó junto a los tres hijos a Roma, donde tenían parientes. Al poco tiempo, siendo Marcelina adolescente, la madre murió y nuestra santa se encargó de la crianza de sus hermanos pequeños. Ambrosio era 10 años menor que ella. Sus ocupaciones de madre sustituta no le separaron de su vida piadosa. Era muy devota, gustaba de ir a los Oficios Litúrgicos, visitar a los pobres y enseñar a las niñas.

En la Navidad del 353 recibió el velo de las vírgenes consagradas de manos del papa Liberio y comenzó una vida más intensa de piedad y caridad en su propia casa junto a una compañera de la cual no nos ha trascendido el nombre. Y sin abandonar su vocación de madre y hermana. Llegados a la juventud, ambos hermanos lograron carrera en el Imperio, pues el emperador Valentiniano I les tenía aprecio. Sátiro fue nombrado Prefecto de Liguria, y Ambrosio Gobernador de Milán y del norte de la península itálica. Allí sería nombrado obispo sorpresivamente, pero esa es otra historia. 

Marcelina quedó en Roma, dedicada exclusivamente a la vida religiosa. Al saber del nombramiento de Ambrosio como obispo, fue a su lado para servirle, tal como Sátiro había hecho, abandonando su carrera. Ambrosio escribió unas sentidas palabras a su querido hermano, que ya leeremos cuando publique de él. Ambrosio dedicó a su hermana varias obras laudatorias de la virginidad, donde describe a la perfecta virgen de Cristo, tal cual debió ser la misma Marcelina. 

Nuestra santa murió el 17 de julio de 398, luego de haber sepultado a su hermano Ambrosio el año anterior. En el siglo XIX una congregación religiosa se fundó en su memoria, para dedicarse a la educación de los niños, tomando como ejemplo a esta santa hermana y maestra.

A 17 de julio además se recuerda a:

San Andrés Zoerard,
eremita.

B. Teresa de S. Agustín
y carmelitas mártires.

Santos Esperato y
compañeros mártires
.

San Alejo, confesor.


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