Revista Diario
He intentado varias ocasiones ver el programa de “Hermano mayor”, en el cual una persona que ha pasado en su juventud por el tema de las drogas y por otros temas ayuda a adolescentes a salir de sus problemas. Lo he intentado, pero nunca he visto el programa entero: o me pone demasiado nerviosa o me duermo.Para empezar, el nombre del programa no me gusta, porque presupone que siempre es el hermano mayor un ejemplo a seguir o el que te ayude, cuando muchas veces es el hermano del medio, o el pequeño, o ninguno. Tampoco me gusta la estética; se supone que es un programa serio y de vez en cuando adopta estética de video-clip, con el adolescente de turno posando, mirando, andando, moviéndose, con una música de fondo que te pone de los nervios y un aire, en general, de lo más vulgar.Todos los chicos y chicas que salen, al menos los que yo he visto están cortados por el mismo patrón: frases del tipo “no me sale del c…”, “no me sale de la p…”, “esto me lo meto por el c…”, etc. Levantan la mano a sus padres, les insultan, destrozan cosas, gastan lo que no tienen, no les gusta trabajar… Supongo que son un claro reflejo de los famosos “ni-ni” (ni estudian ni trabajan), a los que yo llamo “ni-ni-ni” (ni estudian, ni trabajan, ni tienen intención de hacerlo), más el añadido de un carácter violento.Yo, sinceramente, este programa lo encuentro irreal. O sea, un cámara grabando, y los chicos estos con sus petacas de micrófono, ¿y no se cortan? No creo que sea tan fácil arreglar estos problemas, no quiere decir imposible, pero lo que veo aún más improbable es que esto se pueda arreglar de verdad con cámaras de por medio, Ahora bien, si me dicen que esto es un simulacro con actores, entonces me lo creo.Por otro lado, me han contando, no sé si es verdad, que el hombre que es el “hermano mayor”, tiene un equipo de trabajo que ayuda a estos jóvenes, sin cámaras de por medio, y, a parte, dan charlas y conferencias. Si es así, entonces les felicito.