Revista Diario

Hermanos, virus y lactancia

Por Una Mamá (contra) Corriente @Mama_c_corrient

Varias mamis embarazadas o recién estrenadas con el segundo y con primeras lactancias fallidas me habéis preguntado si ahora que puedo contrastar las dos experiencias noto diferencias en cuanto al tema de ponerse malitos, es decir, si verdaderamente hay una relación directa y palpable entre tomar pecho y ponerse menos enfermo o, lo que es lo mismo, si los niños que toman lactancia artificial se ponen más veces enfermos y además más graves.

Empezando por el final, esto es, por la conclusión, debo decir que en nuestro caso mi opinión es que depende mucho del ambiente al que esté expuesto el niño y de las características propias de cada cual.

Mayor tomó dos meses de lactancia mixta y a partir de ahí solamente leche artificial y durante los casi tres años que pasó conmigo en casa se puso malo bastantes pocas veces, pongamos, dos o tres veces al año. Muchos fueron los que aseguraron que el niño se pondría malo constante y gravemente en cuanto pisara el colegio este año pero no ha sido así. Obviamente se ha puesto malo muchas veces, desde luego muchas más que en todos estos tres años anteriores juntos, pero no han sido enfermedades graves ni largas, ni han requerido antibióticos y apenas ha tenido fiebre, ha faltado poco al colegio, pocas veces le hemos llevado a la pediatra y apenas le hemos visto decaído un par de días. Ni siquiera hemos pasado el invierno lleno de mocos como suele ser habitual en muchos niños, más allá de los resfriados ha estado muy bien. Mi impresión está clara: el niño, a pesar de su falta de lactancia materna y a pesar de los escasísimos 13 kilos que pesa, está fuerte.

Bebé se puso malo a los quince días de nacer. En realidad fue su hermano quien se costipó y él fue detrás. Con tan sólo quince días llevaba unas velas verdes que daba pena verle. Con quince días y una naricila microscópica se estrenó con los sueros en la nariz que nos han acompañado desde entonces. Ha cogido todos y cada uno de los virus que ha pillado su hermano; miento, todos excepto uno.

Entonces, ¿qué pasa, no funciona la lactancia materna como dicen?. Yo creo que funcionar funciona, y mucho, pero como dice el dicho milagros, a Lourdes.

Mayor se puso muy pocas veces malo durante sus primeros tres años de vida porque aunque íbamos a actividades infantiles, íbamos con niños sanos, que iban para divertirse y no por obligación, por lo que las posibilidades de pillar algo eran relativamente bajas. Sí, ahora está en un ambiente mucho más contaminado, pero no tiene nada que ver el sistema de defensas que tiene un niño con tres años que con uno.

Bebé, aún no yendo a la guardería, está constantemente expuesto a los múltiples virus que trae su hermano del colegio. Con cada nuevo virus infantil que nos ha visitado en casa, hemos caído todos, normalmente en cadena: primero el mayor, luego el pequeño, luego los padres y a veces también los abuelos.

Eso sí, el que mejor ha estado siempre ha sido Bebé. Y ahí es cuando entra en juego, pienso yo, la lactancia materna. No le ha impedido ponerse malo, creo que es mucho pedir, pero ha estado más leve y se ha curado antes. Mientras que Mayor ha tenido una tos del demonio muchos días, a Bebé apenas le hemos oído una tos hasta hace un par de semanas. Cuando no ha querido tomar nada porque se encontraba mal, siempre ha tenido el pecho para consolarse y alimentarse mientras que su hermano olía a acetona. Cuando los demás hemos estado una semana o diez días renqueantes, Bebé en dos días ha estado como nuevo.

Esta es nuestra experiencia, ¿cuál es la tuya?.


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