Esta ermita consta del siglo XVI. Solitaria en una llanura a la cola del pantano, solamente se abre una vez al año, el día de la fiesta de San Tirso, que es el primer fin de semana de Septiembre.
Conserva un retablo barroco del siglo XVIII con buena escultura del titular y un lienzo con la escena del santo aserrado por tres esbirros, tortura a la que sometieron al militar y mártir San Tirso , protector muy socorrido contra lumbagos y dolor de huesos.