Muchas noches he despertado impresionado por esa visión perfecta, era aquella que ni siquiera los sueños pueden describir y es que su simple apariencia es tal, que hasta las palabras se vuelven insuficientes para describirla.
Era una noche a mi parecer demasiado común, sin embargo en mi interior, una ansiedad, un deseo desconocido que mantenía inquieta mi solo personalidad, lo confieso desde siempre he sido critico acerca de las emociones, esas sensaciones que mantienen presos a los individuos así como una prisión voluntaria de la que el preso a pesar de tener la llave no quiere salir.
Busque en mis recuerdos de vidas pasadas, si algún momento de la vida, si alguna retaso del tiempo desconocido que ha sido borrado de mi cabeza en cada proceso de vida, y no digo esto porque quería vivir lo imposible de vivir, sino porque necesito en mi corazón encontrar la respuesta a este detalle, me carcome la ansiedad de saber como sera ella, sus ojos, el color de su cabello, la tez de su piel, si sera extrovertida o introvertida, sabrá amar?.
En mi mente de día y de noche ella esta, aferrada a mi presente, a mi futuro, del pasado no puedo ya nada decir, porque quedo hace mucho tiempo en el olvido. Su belleza es casi un reflejo de la belleza matinal de un día lleno de luz, el canto de las aves y ese danzar perfecto de las nubes en los cielos, los anhelos del hombre desde su nacimiento son básicos y elementales, sobrevivir, superar los obstáculos y florecer en lo que representa su pasión. Todo esto es necesario sin dejar de reconocer la influencia de nuestro creador.
Y ese día llegar cunado ambos nos encontremos en ese instante mágico, sobre natural, donde los tiempos no existen, las formalidades están extintas, lo que la gente diga ya no importa ya que nuestra cercanía compensara cada sacrificio realizado en nombre del amor.
Atte
El Soñador Eterno