Nació en Blandin, cerca de Tournai, en el siglo V. Fueron nobles sus padres, llamados Sereno y Blanda. Estudió a la vera del obispo Vermand junto a San Medardo de Noyon (8 de junio), a quien Eleuterio un día profetizó que sería obispo. Fue ordenado presbítero sobre 480, y en 486 el papa San Félix III (1 de marzo) le nombró obispo de Tournai.
La leyenda dice que Eleuterio era tan hermoso que el día de la toma de posesión de la sede, una hija del gobernador de la ciudad, no cristiano, se enamoró perdidamente de él. Y no solo eso, sino que le confesó su amor. Pero Eleuterio la rechazó, y con tanta firmeza, que la joven enfermó de amor y murió. El padre de la chica entonces, desesperado, acudió al santo para le devolviera a su hija, prometiendo hacerse cristiano. Eleuterio resucitó a la joven, pero el gobernador no aceptó a Jesucristo, por lo cual Eleuterio profetizó que ello tendría consecuencias para la ciudad.
Efectivamente, pronto se desataron terribles calamidades sobre Tournai, una tras otra. Los paganos, sospechando que ello era culpa de Eleuterio, le metieron en la cárcel y le azotaron. Pero esa misma noche el santo fue liberado de la cárcel por un ángel, lo cual fue visto por todos como signo de su inocencia. Entonces el gobernador fue presionado por el pueblo y aceptó renunciar a los ídolos y tomar a Cristo por Señor. Fue bautizado el 26 de septiembre de 496 y al instante terminaron las enfermedades y los desastres.
El día de Navidad de ese mismo año sanó de su ceguera de nacimiento a un mendigo conocido en la ciudad, llamado Mantilo. Otros muchos milagros hizo el santo, los cuales, acompañados de su predicación, confirmaron en la fe a muchos, que abandonaron para siempre la idolatría. Sin embargo, a otros no pudo atraerlos hacia Cristo, y en manos de estos entregó la vida, el 1 de julio de 532. Una leyenda posterior dirá que le asesinaron los arrianos, pero no hubo herejes de estos tan al norte de Europa.
Sus reliquias se hallan esparcidas por muchas ciudades de Europa. Es abogado contra las fiebres, las sequías y las lluvias sin fin.
Fuente:-"Vidas de los Santos". Tomo II. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 20 de febrero además se celebra a
Santa Estefanía de Egipto, mártir.