Ayer, domingo 14 por la noche y en uno de los programas de TV3 que vale la pena, “30 Minuts”, pude ver un reportaje con el título de esta nota “Herois” que me dejó anonadado, muy abatido y tremendamente cabreado.
Hasta que vi este programa había oído y leído algo sobre algún caso de represalias duras contra los denunciantes de casos de corrupción, pero lo que explicaban los afectados en el reportaje era un trato idéntico al que habrían recibido de la mafia de Chicago en los años 20, con la única diferencia que la mafia política española es muy poco eficaz a la hora de eliminar a los que molestan porque en Chicago arrasaban con metralletas desde un coche mientras en España intentaron cosas como sacar un coche de la carretera en una zona sumamente peligrosa sin conseguir su objetivo.
En la mayor parte de los casos además no se trata solo de un denunciante sino de alguien que tenía responsabilidad sobre determinados procedimientos administrativos y en un momento determinado se negó a participar en el robo y ante la presión acabó denunciando o causando los problemas que evidenciaron el robo.
Aparte intentar eliminarlos por la vía rápida, los procedimientos empleados se describen muy fácilmente: los corruptos utilizan todas las vías para dañar al máximo y a todos los niveles (profesional, familiar, sentimental, etc.) a los denunciantes que acaban más solos que la una, arruinados, desempleados y algunos sin techo, con el maltrato adicional que supone el ver a los corruptos por ellos denunciados readmitidos en su lugar de trabajo después de un juicio en que fueron absueltos o condenados a penas ridículas, mientras ellos están arruinados.
Un detalle que dice poco de los ciudadanos de este país es que todos se quejan de que en cuanto se produce el primer problema entre el denunciante y los corruptos, todos sus compañeros de trabajo les hacen el vacío y no quieren saber nada ni tener trato alguno con ellos para no verse implicados.
Entre los que aparecen en el programa están el Teniente Luis Gonzalo Segura, expulsado por sus denuncias de robo, corrupción y actividades mafiosas en el ejército y Ana Garrido antigua funcionaria del ayuntamiento de Boadilla del Monte, que fue una de las denunciantes del caso Gurtel.
Los casos a los que se refiere el programa se dan en prácticamente toda España, Catalunya incluida, por supuesto.
Cuando acabó el programa estaba totalmente convencido de que España no tiene un grave problema de corrupción, sino que está totalmente controlada por corruptos y que las leyes, policía, justicia y cualquier tipo de normas se saltan, modifican, alteran, deforman, enmarañan, falsean, inventan, y adaptan a los objetivos de los corruptos que nos mandan.