Revista Cultura y Ocio

‘Héroes, aventureros y cobardes’

Publicado el 15 abril 2013 por Joaquín Armada @Hipoenlacuerda

peter o'toole - lawrence of arabia 1962

Envidio a Jacinto Antón. No por haber conversado con hombres y mujeres que intentaron matar a Hitler, cruzaron desiertos inmensos, fueron los primeros en romper la barrera del sonido o pilotaron un Sabre en los cielos de Corea. Menos aún por haber participado en un golpe de Estado. Le envidio, sin reparos, sin límites, por haber logrado convertir sus aficiones en su trabajo y, sobre todo, por su maravillosa capacidad para transmitir en sus artículos periodísticos la pasión que siente por lo que ama, por tener un estilo inconfundible en el que el rigor y la diversión siempre están presentes, por haber logrado ser único.

 “Abro al azar  ‘Los siete pilares de la sabiduría’, que leo como otros la Biblia – escribe Antón en ‘Sangre, sudor y arena’ – , y vuelvo a extasiarme con su prosa cargada de una hiriente poesía”. Dos líneas después, antes de que el lector piense que se lo toma demasiado en serio, Jacinto Antón llama al escritor de su biblia “el Emir Dinamita”. Hay que ser muy hábil para retratar a Lawrence de Arabia en un puñado de líneas y descubrirnos que era, al mismo tiempo, un héroe, un aventurero y un cobarde, para coquetear con la pedantería y salir sin un rasguño mientras nos desvela al hombre que oculta el mito. Sólo es posible gracias a una armadura de humor y una habilidad al escribir propia de un amante de la esgrima.

‘Héroes, aventureros y cobardes’, la flamante recopilación de sus artículos y entrevistas en El País, se puede y se debe leer al azar, a la caza de la sorpresa. Antón nos lleva con Alejandro a través de la inmensa Asia, nos invita a escalar el Himalaya en una expedición nazi,  a combatir hasta la última bala con Walter Hamilton y su ‘band of Guides’ en un Kabul asediado, y a sentir el empuje de los dos turborreactores Junkers Jumo que impulsan nuestro Me 262 a la caza de una ‘fortaleza volante’No hay aventura como la aventura de las máquinas aéreas, escribe Jacinto Antón y nadie la ha contado tan bien en la prensa española, siempre dispuesta a equivocarse en el pie de foto y confundir un A-10 con un F-16.

Jacinto Antón tiene una fascinación sin complejos, casi infantil, por la guerra. Nos pasa a todos los cobardes. Miento, no le fascina la guerra sino los soldados y su comportamiento en esos momentos excepcionales que son los combates. Por eso conversa con el novelista Simon Scarrow sobre las tácticas de los legionarios romanos o con Max Hastings – corresponsal en 11 guerras, el reportero que entró en Port Stanley antes que los soldados británicos a los que acompañaba en la  guerra de Las Malvinas – sobre lo peligroso que es combatir a  las órdenes de un héroe. Los héroes no son buenos líderes – responde Hastings -  (…) Todo ejército necesita un puñado de héroes, pero sólo unos cuantos, los justos para ganar, el resto ha de ser gente normal con ganas de volver a casa”.

Este libro es, inevitablemente, un autorretrato. Porque Jacinto Antón (casi) siempre escribe de Jacinto Antón cuando escribe de otros o incluso cuando conversa con otros. Y viajando en el tiempo – es una pena que los artículos y entrevistas no estén fechados -, conversando con arqueólogos fascinantes como Christiane Desroches Noblecourt o Zahi Hawass, el escritor nos descubre dónde comenzó su pasión por la aventura – mi primera momia, como todas mis primeras cosas, desde la muerte hasta el amor pasando por el sexo, estaba en un libro -, confiesa su cleptomanía fetichista – ¡sustrajo un botón del conde Almásy! – y admite que toquetea como un niño travieso las armas, medallas y uniformes  de los museos.

Héroes, aventureros y cobardes’ lleva a muchos libros, incluido uno que Jacinto Antón no cita y que contiene estas líneas de Joseph Conrad que no me he resistido a robar: “Sentí en mi corazón que cuanto más se aventura uno, mejor se comprende que todo en nuestra vida es vulgar, insuficiente y vacío”.  Hay algo de esa melancolía en casi todos los hombres y mujeres que llenan este libro, personajes insólitos que fueron más allá de sus propios límites, cobardes que salvaron su vida por ser incapaces de enfrentarse al miedo y que vivieron el resto de su días corroídos por dentro, héroes que intentaron salvar al mundo y que fueron demasiado peligrosos. Leer sus vidas a través de los artículos de Jacinto Antón nos permite escapar de la repetición diaria que domina nuestras vidas. ¡Shahabsh! (bravo por ellos).

 ‘Héroes, aventureros y cobardes’. Jacinto Antón. Editorial RBA. Barcelona, 2013. 400 páginas, 21 euros.

Pd.: Este libro también nos lleva a muchas películas y es una invitación a volver a ver el ‘Lawrence de Arabia‘ de David Lean y Peter O`Toole, quizá la gran película de aventuras. No he encontrado una imagen mejor para acompañar estas líneas.


‘Héroes, aventureros y cobardes’

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