Fuente: xenygenial.com
Una de las primera lecciones que recibes en la carrera de Periodismo es el elemento vocacional de esta profesión. Desde mi punto de vista, “el periodista nace y también se hace”, pero lo que es innegable es que ejerce con una gran vocación.
El periodismo de guerra va más allá, es una vocación sin límites, una entrega absoluta, una forma de vida, una prioridad absoluta y por qué no, una profesión de personas valientes y generosas.
Para ellos lo primero es informar, y luego, lo demás está en un segundo plano.
Por ello, hace nueve días me llenaba y nos llenaba de gran tristeza a todos los que amamos el mundo de la información, la muerte de la veterana corresponsal estadounidense 1Marie Colvin y el joven e imparable fotógrafo francés 2Remi Ochlik.
Fuente: koha.net
Ambos fallecían en Homs (centro neurálgico del conflicto sirio) en uno de los bombardeos contra los rebeldes que se enfrentan a Bashar el Asad. Junto a estos, los fotógrafos William Daniels y Paul Conroy, ambos de Francia y Gran Bretaña, respectivamente, resultaron heridos pero lograron escapar. De igual forma, que la periodista francesa Edith Bouvier y el periodista español Javier Espinosa.
Fuente: eluniversal.com
La lista de informadores, ya sean periodistas, corresponsales, cámaras, freelance o fotógrafos, que han encontrado la muerte en Homs (Siria) asciende a siete.
El francés 3Guilles Jacquier, moría el pasado 11 de enero, dónde también perdían la vida los “freelance” 4Mazhar Tayyara y 5Basil al Sayed.
Los otros dos informadores fallecidos en Siria desde el comienzo del conflicto, son el cámara, 6Ferzat Jarban, y el veterano periodista de 56 años 7Shukri Abu al Burghul.
Fuente: behier.blogspot.com
Ferzat Jarban fue el primer periodista que moría en Siria. Al Burghul por su parte, fallecía el pasado 3 de enero, gracias a los disparos en la cabeza de un hombre armado, no identificado en su casa de Darya (Damasco).No han sido 1,ni 2, ni 3, ni 4, ni 5, ni 6, ni 7, ni por desgracia serán 8, ni 9, ni 10, ect., el número de valientes, solidarios, generosos, luchadores, que han perdido y seguirán perdiendo la vida por una única causa: INFORMAR.Poco más se puede añadir, las guerras no deberían existir, pero existen, y lo único positivo que se puede sacar de esta barbarie es no olvidar, sino recordar siempre a las personas que de una u otra forma dejan todo para hacer algo en estos casos.A estos se unen los médicos, civiles inocentes, voluntarios, enfermeros, etc., etc., que se dejan la piel en las tragedias. Pero en este caso, sólo quería centrarme en mi gremio, mi querido gremio y esa parte de él que es EL PERIODISMO DE GUERRA.Y termino con la siguiente cita: “la valentía no ocupa lugar, el periodismo de guerra es un lugar para valientes”.