Recientemente, uno de los embajadores más ilustres que tenemos, nuestro Antonio Banderas, decía en una entrevista, entre las múltiples verdades que emitió, que "en España basta sacar un poco la cabeza por mor de tu talento para que salten a golpearte para descabezarte".
Y hay muchas formas de maniobrar de este modo; una de ellas es obviar, no informar suficientemente o no dar la cobertura que merece a gente que son héroes solitarios.
Juan Fernández López es un jovencito madrileño de 24 años, nada más y nada menos que 4 veces Campeón de Europa y así de pasada, se acaba de proclamar en Boston nuevamente Campeón del Mundo, revalidando su título del año pasado.
Vergonzoso que, al menos en el informativo de deportes o en algún que otro rotativo no se hagan eco. Y ni siquiera esto es lo más indignante como sí lo es el hecho de que el chico resida en Toronto donde estudia y entrena.
¿Tan complicado resulta para el Consejo Superior de Deportes (como en otros ámbitos, investigación, universitarios,tecnologías...) diseñar unos programas "reales" y destinar unas cantidades de dinero adecuadas (no limosnas) para proteger e impulsar este don que poseen antes que vayan a otros países a florecer?
¿No llegan a apreciar que somos un país envejecido y que su incompetencia hace que la juventud talentosa tenga que marcharse en busca de oportunidades que aquí no resulta prioritario otorgárselas?
Hay que congratularse por este estratosférico logro de alguien tan innovador que es capaz de hacer en su ejercicio 3 saltos cuádruples distintos pero es directamente proporcional al nivel de indignación que debemos sentir de que no se ayude como merecen a estos héroes solitarios.