Como hemos comentado en muchas ocasiones, la situación actual se caracteriza, entre otras cosa, por dos situaciones que se han consolidado con gran fuerza:
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- Por una parte, la digitalización del entorno como consecuencia del uso de internet como principal canal de comunicación y por el desarrollo tecnológico que nos ofrece nuevas oportunidades a través de este medio.
- Por la otra, a consecuencia de la anterior, cambios en la forma de hacer las cosas, incorporando las relaciones a distancia de forma online en muchas situaciones que hasta el momento se realizaban de forma presencial (compras, formacion, asistencia sanitaria, trabajo, etc…).
Podríamos añadir una tercera situación generada a partir de la pandemia del Covid-19 que ha acelerado y consolidado algunos cambios que se describían en las dos situaciones anteriores, y que de forma natural, se habrían producido a lo largo de varios años. Lógicamente, esta situación a obligado a mucha gente a cambiar rutinas y a probar las soluciones digitales o a distancia para convivir con los efectos adversos de la pandemia, lo que ha inducido a realizar “la primera prueba” de hacer las cosas con dispositivos electrónicos que aplican la tecnología digital, que es un eslabón necesario para extender y consolidar dichas tecnologías.