Hervás, en Cáceres, es uno de esos destinos rurales que lo tiene todo para disfrutar del mejor viaje: una fantástica naturaleza, un increíble patrimonio monumental e histórico, una deliciosa gastronomía y unas bonitas tradiciones que se pueden conocer a través de sus fiestas y que se hacen palpables es los objetos artesanales que se pueden adquirir en esta bella zona.
Panorámica de Hervás. Foto: Patrick
Esta villa medieval cacereña se sitúa en el valle de Ambroz, justo a los pies de la Sierra de Béjar, y pese a contar en la actualidad con una población que supera los 4.000 habitantes ha sabido mantener el encanto de antaño de pueblo serrano. Sin duda se trata de un destino perfecto para desconectar y relajarse.No hay que olvidar que Hervás es punto obligado de parada de los peregrinos, en la Vía de Plata, en su camino a Santiago de Compostela.
El patrimonio de Hervás
Lo primero que llama la atención en Hervás es su preciosa judería, excelentemente conservada y considerada una de las más importantes de Europa. Su original entramado de calles empedradas resulta casi mágico, perfecto para perderse entre sus rincones y donde descubrir sus casas balconadas con grandes voladizos. Aunque la sinagoga ya desapareció hace muchos años, sí que todavía se pueden visitar la casa de la Cofradía, que alberga un lagar y una almazara, o el hospital de Beneficencia, que fue administrado por judíos conversos. El barrio judío de Hervás fue declarado Conjunto Histórico Artístico en el año 1969, y además pertenece a la Red de Juderías de España.Otros edificios que merecen ser visitados en Hervás son la iglesia de Santa María (siglo XIV), el Convento de los Trinitarios (siglo XVII), el palacio de los Dávila (de estilo barroco dieciochesco) o el Ayuntamiento (siglo XVI).
Arquitectura tradicional de Hervás. Foto:
Benjamín Núñez González
Comer y alojarse en Hervás
La gastronomía de Hervás no sólo está marcada por el toque serrano de pastores y ganaderos, también por la influencia de las diferentes culturas que habitaron la villa, como los sefardíes. La zona cuenta con magníficos ingredientes autóctonos en su cocina, como el cerdo ibérico, la ternera, el cordero, el aceite, el pimentón, el vino, los quesos y tortas, la cereza o la miel. Con ellos se elaboran platos tan tradicionales como la caldereta extremeña, la chanfaina, las migas extremeñas, las patatas en escabeche o los suculentos dulces artesanales de los conventos, como los pestiños, las perrunillas o los mantecados.Por su parte, la oferta hotelera de Hervás incluye hoteles de cuatro estrellas como laHospedería Valle del Ambroz, o de tres estrellas, como la Sinagoga Hotel Spa o el Jardín del Convento, un edificio del siglo XIX situado en el casco histórico de Hervás.La oferta de alojamientos rurales está cubierta con establecimientos como El Canchal de la Gallina, los apartamentos La Iguana, el apartamento Rural La Judería, o la casa rural Beit Shalom.Cosas que hacer en Hervás
Además de descubrir y disfrutar de su oferta patrimonial, Hervás posee un animado calendario cultural y festivo, en el que destacan la fiesta de San Antón (17 de enero), la festividad de Los Conversos (julio), que son unas jornadas que recrean la historia del Barrio Judío, o la popular feria de Hervás (agosto).Los adictos a la compras encontrarán en Hervás un valor añadido, ya que podrán adquirir preciosos muebles artesanales de madera de castaño o de cerezo, cestería elaborada con castaño y muchos más productos artesanales de la zona, como los realizados en piel y cuero, con forja, de vidrio o de corcho.Una última curiosidad: los aficionados al mundo del motor encontrarán en Hervás el entretenido Museo de la Moto y del Coche Clásico, que está situado en la carretera de la Garganta.Embalse de Hervás. Foto: Discasto