Revista Libros
Descubren ahora en uno de los polos del planeta Saturno una figura en forma de hexágono que nadie comprende. (¿Será acaso que los saturnianos, cansados de la polución y de los gases venenosos de su entorno, decidieron hacer un complejo vacacional polar y que su propio Gehry o Pei o Legorreta o Calatrava tiene una fijación con el 6, y que de esa manera, con ese críptico afán epifánico que se le atribuye a algunos de los grandes arquitectos, nos anuncian ahora a los habitantes de la Tierra el fin del mundo). En el año 2029, Apophis , un asteroide de 250 metros de diámetro, pasará muy cerca de la Tierra; algunos temen que destroce los satélites artificiales, otros que caigan en la superficie ocasionando catástrofes inmencionables que algunos dirán que es el fin del mundo. Para algunos lo será. Para algunos podría ser su Big Crunch cosmológico, la caída en el agujero negro personal, que se hace evidente cuando el ser extinguiéndose comprende al fin, en ese momento de la terminación de su vida, que todo el Universo está compuesto por un solo elemento: él mismo, que en instantes dejará de ser, culminando entonces en un quedo fervor de despedida y de Juicio Final. Ya lo dijo Steven Weinberg : “Entre más comprensible se hace el Universo, menos propósito parece tener”. Es que la muerte es una revelación. Siempre lo ha sido. ¿Y el hexágono de Saturno? ¿Qué explicación nos pueden dar, que no tenga el olor acre del laboratorio de la racionalidad y de la siempre perfectible ciencia? ¿Qué explicación que me levante el ánimo hoy lunes y me alivie y me haga reír? ¿ A dónde están los “ficcionistas” cuando realmente se les necesita?La Bitacora del Faro Tuerto www.heribertorodriguez.blogspot.com