Si eres un educador, eres un ser admirable pues no todo el mundo tiene la vocación, la paciencia y la resistencia para ejercer tu profesión. No todos podríamos tener una responsabilidad como la tuya de recibir el futuro todos los días en un aula y tratar de impartir conocimientos y hacer las bases sobre las que se erigirá la personalidad de alguien que desempeñará algún papel en el futuro de nuestra raza y de nuestro planeta.
Pero justamente por eso, me gustaría recordarte algo que en mi humilde opinión es súper importante para llevar con bien esta difícil profesión que es la de educar niños. Son sencillas sugerencias que salen de mi reflexión y que me gustaría compartir contigo:
1.- Los niños no deben ser etiquetados bajo ningún pretexto, no son “flojos”, “brutos”, “desordenados”, “terribles”, “demonios”, etc. Simplemente son niños. Recuerda que alguna vez tú también lo fuiste.
2.- Los castigos y las humillaciones verbales no enseñan. Lo que enseña es el ejemplo. Así que trata de ser el mejor modelo a imitar.
3.- Sacar buenas o malas calificaciones no hacen a ningún niño mejor o peor que los demás. Las calificaciones son otra forma de etiquetar y podrías frustrar una vida entera sólo con mal calificar a un niño en la etapa en que se está haciendo un concepto de sí mismo.
4.- Recuerda que muchas veces pasan más tiempo contigo que con sus padres, procura que este tiempo sea de calidad. Que haya juegos y que el sentirse feliz y a gusto se convierta en una prioridad.
5.- Cuida bien tu vocabulario. Recuerda que un Maestro también es un modelo.
6.- Ser ordenado no es un requerimiento para ser buena persona. El desorden también se vale. Dejemos de seguir transmitiendo nuestras conductas neuróticas. Alguien debe cortar la cadena.
7.- El castigo no enseña, lo que hace es crear seres “obedientes” y nulos. Si quieres enseñar objetos inanimados, creo que te equivocaste de profesión.
8.- Desobedecer y llevar la contraria no convierte a un niño en “Malo”, más bien es signo de inteligencia. ¿O será que lo que te inquieta es que ese pequeño pueda ser más brillante que tú?
9.- Hablar en clase o distraerse no es señal de mala conducta o pretexto para disciplinar a un niño. Si lo haces, en vez de ayudarle, estás matando su esencia.
10.- Lo más importante, “SON NIÑOS”, no puedes pretender que estén quietos mientras los encierras a escucharte por horas. Los recesos y unas horas semanales de educación física no son suficientes. Los niños están repletos de energía, ellos mismos son energía, son vida. No pretendas tenerlos como un ave en una jaula y obligarlos a cantar como si surcaran el cielo. Particularmente pienso que el mejor salón de clases sería al aire libre, en contacto directo con la naturaleza, y no entre cuatro paredes de concreto.
La lista se extendería hasta no caber en este blog, pero me parece que las recomendaciones referidas ya aliviarían muchos de los sufrimientos a los que tienen que verse expuestos muchos de nuestros niños. La escuela debería ser un lugar divertido; pero al contrario están diseñadas para acostumbrarnos a la vida de “esclavos robots” que la sociedad ya tiene predestinada para cada uno de nosotros. Maestro, creo que tú puedes contribuir mucho al cambio que necesita nuestra humanidad. No hacemos nada con querer salvar el planeta, los animales, el ambiente, si antes no hacemos algo, por pequeño que sea, por salvar a la raza humana. ¿O es que nadie se da cuenta que nuestros hábitos y sistemas nos han condenado a una extinción segura? Los niños son nuestra esperanza, no les crees el mismo infierno que te crearon a tí……….