Hezbolah, a juicio en Perú.

Puede ser este el principio del fin de la presencia de la organización terrorista Hizbolah en Sudamerica.

En octubre de 2014, la policía peruana en Lima detuvo a un terrorista de Hezbollah llamado Mohammed Hamdar; la  investigación posterior evidenciaba  que estaba allí para planear un ataque terrorista importante. El juicio de Hamdar está todavía en curso, pero Ilan Berman sostiene que podría ser un punto de inflexión en la lucha contra las organizaciones terroristas islamistas en América Latina:

América Latina ha sido conocido durante mucho tiempo  como un entorno operativo permisivo para una gran variedad de grupos radicales locales. Pero los  vacíos políticos de la región han, asimismo, proporcionado a los terroristas extranjeros un suelo fértil en el que echar raíces. En algunos casos, esta intrusión ha sido posible gracias a la corrupción generalizada y a la falta de un gobierno efectivo. En otros, ciertos regímenes, incluyendo Venezuela y otros países “bolivarianos”-han ignorado o incluso instigado las actividades de elementos extremistas de Oriente Medio [] por cuestiones ideológicas.

Posiblemente, el más prominente de ellos es fabrica de terrorista Hezbollah, que ha mantenido una presencia activa en América del Sur. Y lo ha hecho desde la década de 1980, cuando, con la ayuda de Irán, estableció una cabeza de puente en la región de la Triple Frontera, donde Argentina, Brasil, Paraguay y se cruzan. Desde entonces, Hezbollah ha tenido éxito en la construcción de una extensa red de operaciones en  América que abarca una amplia gama de actividades ilícitas y de empresas criminales, desde el tráfico de drogas a la recaudación de fondos para entrenamiento de militantes. Con el tiempo, Hezbollah se le han unido otras organizaciones terroristas, como Al-Qaeda e incluso Estado Islámico (IS). . . .

Tal libertad de acción es posible en gran medida debido a la falta de leyes antiterroristas sólidas de la región. En pocas palabras, los países de América Latina actualmente carecen de un marco legal estándar que tipifique  como  organizaciones terroristas extranjeras como lo hace Estados Unidos. . . .

Hamdar podría cambiar todo eso. Si la acusación tiene éxito en la obtención de un veredicto de culpabilidad, sería equivalente a un delito la pertenencia en Hezbollah de Hamdar- un hito en una región que actualmente carece de cualquier precedente legal. Los efectos locales serían inmediatos, permitiendo a las autoridades peruanas  localizar y desentrañar la red de operativos y de seguidores que Hezbollah ha erigido en todo el país. Pero sería una condena que enviaria una poderosa señal a Hezbollah y a otros grupos actuales que trabajan en la región de que sus actividades en América Latina ya no pueden ser considerados libres de costo.

Fuente: Mosaicmagacine