Revista Mundo vegetal

Hibridación casera: Mary Rose x Soraya (I)

Por Diasderosas
El tema de la hibridación de rosales es sumamente interesante. Recuerdo que en el año 2005 hice las primeras pruebas de germinación de semillas de rosa, empleando para ello semillas de escaramujos de flores líbremente polinizadas. Como los resultados de esas germinaciones fue bastante bueno, la primavera siguiente programé una serie de cruces. Entre ellos el de la conocidísima rosa de David Austin Mary Rose, empleada como parte femenina, y  Soraya Trepador como polen, un híbrido de té trepador que en mi clima siempre ha dado buenos resultados. 
El sistema para polinizar una flor es sencillo: por una parte, cuando tenemos un capullo a punto de abrir le quitamos todos los pétalos y los estambres. Luego cubrimos para evitar polinizaciones accidentales. Así tenemos preparada la parte femenina del cruce. Para obtener el polen hemos de acudir a una flor que esté más abierta.  Retiramos los estambres, los reservamos. Yo suelo acumularlos sobre un trozo de papel en un lugar seco, en interior. Al día siguiente cuando pasemos el dedo nos quedará pringado de polen.  Ya  tenemos el polen. Acudimos a la flor que anteriormente habíamos cubierto. Yo suelo emplear el dedo para ubicar el polen sobre el pistilo. Si la flor está receptiva, el polen teñirá de amarillo los órganos femeninos de la rosa emasculada. Si el polen no se pega, repetimos unas cuantas veces más, para asegurarnos la polinización.
Esta operación ha de hacerse con las primeras floraciones de primavera. Así damos tiempo a los escaramujos de formarse bien. Llegado el otoño, con el fruto bien maduro, lo limpiamos y sembramos las semillas. Necesitan frío para romper la latencia. Como ya os había comentado alguna vez, para ahorrar espacio sembraba las semillas en una bolsa con turba húmeda, y a medida que iban germinando, trasplantaba delicadamente las plántulas a una bandeja de alveolos profundos, estilo forestal.
A partir de ese momento, evito tratar con fitosanitarios las plántulas: dejo que se desarrollen libremente y que vayan cayendo solas las más débiles. Hay veces que estas plántulas florecerán al primer año de la siembra, mientras que en otras ocasiones habrá que esperar alguna temporada más para ver resultados. Las primeras flores no suelen ser muy relevantes, pero si el rosal depara algo de interés desde ese primer momento lo mostrará. Si las plántulas son demasiado enfermizas lo que hago es eliminarlas sin miramientos. 
En el concreto caso de este cruce, en cuanto tuve material suficiente para injertarlo sobre patrones de la canina silvestre de mi zona lo hice. Transcurridos cuatro años, los arbustos  están empezando a madurar. Creo que puede ser un buen rosal este que os presento. Pero para dejaros con la incógnita del aspecto que tenía el rosal este verano, os mostraré una foto de la planta original en el año 2009.
Hibridación casera: Mary Rose x Soraya (I)
"Una rosa es una rosa es una rosa". Gertrude Stein.

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