Revista En Femenino

Hice Whole30, y esto es lo que pasó

Publicado el 26 febrero 2017 por Lola Lemans @lemanslola

En el post ¿Qué es Whole30, y por qué lo estoy haciendo? prometí un reporte sobre mi experiencia de 30 días del 2 al 31 de enero.

Como era de esperarse, el 1 de febrero por la mañana lo primero que me preguntaron en Facebook fue “Y, ¿cuánto bajaste?”. No fue por adelgazar que lo hice, y me prometí no darle importancia al peso, así que no tengo ningún inconveniente en informar abiertamente que perdí 3 kilos. Si era todo lo que querías saber… ya puedes dejar de leer.

Si lo hubiera hecho por perder peso, el resultado me habría desilusionado. De los 3 kilos que perdí, 1.5 eran hinchazon después de la comilona de año nuevo, así debo decir que tanto esfuerzo no se reflejó en la balanza.

Aclaro que el esfuerzo al que me refiero fue el de cocinar todo absolutamente casero de manera quisquillosa, pero no pasé ni hambre ni sufrí por tener que decir que “no” a nada que quisiera comer.

Durante los 30 días respeté absolutamente la lista de comidas permitidas, tal vez me excedí con los dátiles y nueces varias, cuando el programa dice “frutas secas en moderación”. Pero… “moderación” es un término muy subjetivo. Estoy orgullosa de haber completado el reto y si lo repitiera alguna vez (cosa que dudo), lo haría de la misma manera.

Hice Whole30, y esto es lo que pasó

Lo que menos me gustó

Toma demasiado tiempo: Cuando trabajé desde casa, me pasé los mediodías en el supermercado, comprando carne o pescado fresco para improvisar algo en una sartén (o tajine, mortero, etc… ¡redescubrí utensilios que había olvidado que tenía!). Así perdí la oportunidad de dar mis buenas caminatas, o de volver a empezar a correr, algo que me hace sentir mucho mejor y me llena de energía.

Se me acabó la imaginación: Quería variedad y ya no sabía qué mas cocinar. Cuando vi en la carnicería algo que parecía mollejas y me dijeron “son testículos de cordero“, me traje medio kilo. Ahí supe que había llegado demasiado lejos…

Lo que aprendí

A hacer mayonesa casera: la verdad, es súper facil. Pero si le pones semillas de mostaza, pulverízalas en el mortero primero o te quedará sabor amargo.

Que las calorías son calorías: habrá sido todo sanísimo y muy natural, pero me mandé litros de aceite de oliva, kilos de castañas de cajú, docenas de aguacates, entre otras cosas. Por supuesto que no perdí peso, tampoco esperaba milagros.

No parezco tener ninguna intolerancia: el primer día comí lentejas, y nada. El segundo día comí queso (de oveja), y nada. El tercer día comí harina (de espelta), y nada. No sentí nada fuera de lo común en ningún momento, y a la fecha de escribir esto ya me volví a clavar todo tipo de lácteos, harinas, azúcar hasta impalpable, y cuanto conservante y aditivo existe, y nada.

Hice Whole30, y esto es lo que pasó

La claridad mental es una cuestión de actitud: quiero decir, actitud de comer de manera decente, en cantidades adecuadas para no sentir que explotas. Lo que más me atraía de Whole30 era la promesa de más energía y foco mental, y sí debo admitir que un poco lo sentí. Pero no creas que fue gran cosa. Es indudable que los azúcares y harinas procesadas me disparan atracones con el ciclo perverso de las ganas de comer, hartazgo, el bajón de energía al rato con nuevas ganas de comer, y siento una nebulosa mental que no me deja enfocarme como quisiera. Pero eso yo ya lo sabía. No necesité de las reglas estrictas (y arbitrarias, ¿no legumbres?) de Whole30 para comprobarlo. La misma claridad mental que sentí con Whole30 la siento después de un plato con verdura de todos los colores, proteína de buena calidad, y carbohidratos integrales. Aunque tenga alguna pizca de azúcar (de caña), sal (del Himalaya) o hasta algún número E infiltrado.

Veredicto

Hay peores maneras de pasar el mes de enero. Por lo menos son 30 días, así que a mediados de mes cuando escuches el término “Blue Monday” todavía vas sentirte animada por el orgullo de no haber abandonado tu propósito de año nuevo.

Pero como todas las dietas, tiene fecha de caducidad, y si al terminar vuelves a los viejos malos hábitos, de nada te habrá servido.

Te invito a dejarme tus comentarios: ¿conocías Whole30?, ¿has pensado en ponerte a dieta?, ¿cuáles son tus motivaciones para ponerte a dieta?


Hice Whole30, y esto es lo que pasó
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