Revista Cultura y Ocio
REPOBLADORES Y FUEROS.
La tierra de origen de una gran mayoría de caballeros e hidalgos que acompañaban a Alfonso VI a la reconquista de Toledo, pueden ser fácilmente localizados en el contexto de las 'tierras cristianas en poder de la monarquía castellano-leonesa, Son principalmente gentes de tierras castellanas, leonesas o galaicas, aunque también se constata la presencia de gentes procedentes de las recién conquistadas comarcas de Avila y Extremadura.
Los apellidos gentilicios de aquellos nuevos habitantes de la ciudad de Toledo, permiten con un margen prudencial de duda, atisbar cuál es el entorno geográfico del que proceden, Apellidos tales como Gallego, León, Sahagún, Astorga, Toro, Frómista, etc, unos de un ámbito espacial muy general y otros más concretos, determinan la localización de su naturaleza.
Entre ellos, y en especial entre los dedicados a las armas, existían, sin lugar a dudas, hijosdalgo, ya que las diferentes cartas pueblas y fueros los mencionan junto a los caballeros, que abundan más debido a las necesidades de aumentar el número de combatientes que demandaba el ejército.
Así en Extremadura se podía acceder al ejercicio de la caballería libremente; privilegio que pasó a los mozárabes toledanos por concesión del rey Alfonso VI en 1101: "el que entre ellos .(los mozárabes) sea peón, quisiera y tuviera medios, que cabalgue".
Mas tarde en 1118, se extendió a todos los moradores de Toledo, Los diferentes fueron de esta época reflejan ya la diferencia de estados, en especial en el régimen fiscal, aunque para potenciar la repoblación de las ciudades y tierras conquistadas se liberaron de muchos impuestos a los nuevos moradores, como ocurre en 1133 en Guadalajara,
Alfonso VIII el 30 de septiembre de 1182 eximió del pago del diezmo a los "Caballeros de Toledo" por las propiedades situadas en su alfoz. También los pecheros salieron beneficiados, pues sólo se les cargó en cantidades inferiores al diezmo, para con ello beneficiar los asentamientos de colonos. Distinción que se refleja en los fueros de La Guardia del año 1213; el de Yepes del año 1223; en el de Madridejos, año 1238 y Santa Olalla,dado el año 1242.
Por otro lado, la exención pechera se extendía a los eclesiástico y en Toledo (1137) a los que tuviesen casa, tierras y mujer en la ciudad, al igual que ocurría en Molina, Alcalá y Cuenca. Sin embargo, todos los vecinos de una ciudad debían pechar ciertos servicios, como era contribuir para las fortificaciones o muros, costumbre que se mantiene en vigor hasta la Edad Moderna.
Se exceptuaban del pecho, en ocasiones, las viudas pobres con huérfanos menores, a los pastores, yugueros, hortelanos, viñadores, mesegueros, cabañeros, montañeros, si tenían casa poblada. Siendo a los labradores a quienes se cargaba especialmente el impuesto. La obtención de la calidad de Caballero, a la cual ya hemos visto tenían derecho los mozárabes y los vecinos de Toledo, llevaba implícita unas obligaciones, compensadas con ciertos beneficios.
La prerrogativa más apetecida era, la exención de pechos y servicios, debido a su condición militar pero con la obligación de participar en el fonsado del Rey y las cabalgadas; tenían libertad de servir a cualquier Señor o villa con sus armas, aunque, eso sÍ, con unos dilatados períodos de descanso, que a veces eran de medio año.
La ciudad de Toledo, en los siglos XII y XIII, tuvo un carácter marcadamente militar y mercantil, por lo que en su población debió tener un gran peso el Estado N o ble. Las exenciones y privilegios de sus moradores hizo que en Toledo desde estas épocas no existiese, como nunca existió, diferenciación de Estados entendida ésta como obligación fiscal, pues en Toledo no pechaban los caballeros ni el estado general.
El gobierno de la ciudad estuvo al principio en manos de magistrados de condición noble y de caballeros, sirviendo el conjunto de franquicias como modelos para otras ciudades como ocurre en Ciudad Real donde a sus caballeros hijosdalgo se les concedió privilegios como los que tenían los de Toledo. Más tarde se regula la forma de gobierno toledano accediendo los representantes de las parroquias al regimiento de la ciudad.
FAMILIAS NOTABLES DE REPOBLADORES DEL SIGLO XII EN LA PROVINCIA DE TOLEDO
Existe una cierta dificultad en averiguar a qué caballeros concretos y pobladores les fue adjudicando Alfonso VI y sus sucesores territorios en donación y cargos de responsabilidad civil o militar, que sin duda recayeron en "mílites" y nobles que les acompañaron en las distintas campañas. Los hidalgos, caballeros y en ocasiones algún conde, aparecen en la repoblación toledana junto a mozárabes, castellanos y órdenes militares.
Pese a las escasas referencias conocemos algunos personajes y el lugar que repoblaron, muchos de ellos caballeros que formaron parte de la milicia y otros que fundaron solar y señorío.
Son la primera referencia de personajes que pudieron ostentar la condición de nobles o hidalgos en la geografía de nuestra provincia.
ACECA.- La repobló Tello Fernández, caudillo de Saldaña. Gocelmo de Ribas la reconstruyó y se fué a vivir con su familia (era caballero extremeño).
ALDEA DEL VILLA R.- Cerca de Almonacid, en 1154 la recibió del Rey, su alférez Pedro Cruzado. ALCUBILLETE.- Perteneció a don Lope Díaz de Haro.
ALPUELLEY.- La pobló en 1156 PeJayo Cabeza.
BEL y CIROLA.- Aldeas cercanas a Villaseca, fueron entregadas en 1150 por Alfonso VII a los castellanos Pelayo Pérez de Frómista y Pedro Díaz de Marruecos.
AZAÑA.- El conde Ponce otorgó fuero en 1173.
ALMONACID.- Alfonso VII la donó en 1132 a don Ponce de Cabrera.
CANET. - Alquería de la Sagra cerca de Alameda, que dio el ltey al adalid Iñiguez en 1151. CEDILLO.- En 1152 el conde Manrique de Lera, dio Carta Puebla.
CONSUEGRA.- El castillo fue donado a Rodrigo Rodríguez por Alfonso VI! en 1150 junto a otras aldeas cercanas a este enclave.
ESCALONA.- La poblaron Domingo Alvarez y Diego Alvarez, alcaides de lugar.
FUENTES.- Aldea cercana a Yepes, colonizada por un grupo de castellanos en 1151 entre los que se encuentra el adalid Martín Muñoz. 14
HIGARES.- Alfonso Ruiz la recibió de los Azagra.
HUERTA DE VALDECARABANOS.- La dió Alfonso VIII en 1189 para poblarlas a Fernando Núñez, ddespués pasó a la orden de Calatrava.
MOCEJON.- Pedro Ruiz de Aza fue su señor a fines del siglo XII.
MORA.- Munio Alfonso, caballero de Toledo, Martín Fernández de Hita fueron alcaides del castillo. En 1114 también ocuparon este cargo Yagua Gómez, Miguel Bellitis y Sancho Carbón.
MAZARAVEAS.- Aldea cercana al Guadarrama que fue en 1210 de don Diego López de Haz. NAMBROCA.- Alfonso VII dio esta aldea a Juan Muñiz.
POLAN.- La pobló don Miguel Asarafí y Domingo Abumelec.
PULGAR.- Perteneció al conde Ponce y a Fernando RodrÍ- guez en 1155.
RIELVES.- Fue dada a Rodrigo Muñoz el año 1170.
SANTA OLALLA.- Dada en 1242 a la condesa doña Elo.
TOLEDO.- Gutiérrez Armildez y Rodrigo Fernández de Castro fueron gobernadores de Toledo. Pedro Alguacil y Roberto Mongomeriz caballeros de las huestes de Munio Alfonso; la casa de Lara dió varios alcaldes.
VALSEDERA.- En la confluencia del Torcón con el Tajo, Alfonso VII dio tierras a Velasco Arévalo y Juan Sánchez.
YEPES. - Tenían tierras la familia de don Suero Pérez. También aparecen como propiet.arios Julián Díez Suárez en 1210.
OTRAS COMARCAS.- Zonas de la Jara y Talavera fueron pobladas por mózárabes huídos de AI-Andalus y al norte del Tajo, en la sierra de San Vicente, los caballeros de Avila repoblaron el territorio. La parte más occidental de la provincia, en el campo del Arañuelo, lo hicieron extremeños y toledanos.
Las tierras de los Montes de Toledo, en sus límites con Montalbán, fueron dadas a Alfonso Téllez de Meneses. Muchos caballeros mozárabes que gozaron de repartimentos en distintas comarcas de la provincia, especialmente en la Sagra y la Sisla, fundaron poblaciones que aún subsisten. Las órdenes militares, concretamente Santiago, San Juan y Calatrava poblaron la Mancha asentándose en poblaciones como Quintanar, Villacañas, Puebla de Don Fadrique y Consuegra.
Esta sucinta relación de pobladores es de conjeturar que provenían de la milicia y, sin duda, fueron en su mayoría caballeros e hidalgos. Hay algunos que se les menciona como alféreces, alcaides, adalides y otros que pertenecen ya a la nobleza titulada.
Algunas de estas familias dieron origen a las grandes casas toledanas y a sus patrimonios señoriales, como los Alvarez de Toledo (condado de Oro pesa y ducado de Alba), los Ayala (condado de Fuensalida y otros señoríos) los García de Toledo y Gómez de Toledo (señoríos de Valdepusa y Mejorada), los Dávila (señoríos de Velada y Navamorcuende).
Más tarde se afincan las casas del Infantado con los Mendoza y Luna y otras que hasta el s. XVI: formaron parte muy relevante de la nobleza toledana.
Ventura Leblic García y Mario Arellano GarcíaDiputación Provincial de Toledo
Fuente: http://www.realacademiatoledo.es/files/temastoledanos/48.%20Los%20hidalgos%20en%20Toledo,%20por%20Ventura%20Leblic%20Garcia%20y%20Mario%20Arellano%20Garcia.pdf
La tierra de origen de una gran mayoría de caballeros e hidalgos que acompañaban a Alfonso VI a la reconquista de Toledo, pueden ser fácilmente localizados en el contexto de las 'tierras cristianas en poder de la monarquía castellano-leonesa, Son principalmente gentes de tierras castellanas, leonesas o galaicas, aunque también se constata la presencia de gentes procedentes de las recién conquistadas comarcas de Avila y Extremadura.
Los apellidos gentilicios de aquellos nuevos habitantes de la ciudad de Toledo, permiten con un margen prudencial de duda, atisbar cuál es el entorno geográfico del que proceden, Apellidos tales como Gallego, León, Sahagún, Astorga, Toro, Frómista, etc, unos de un ámbito espacial muy general y otros más concretos, determinan la localización de su naturaleza.
Entre ellos, y en especial entre los dedicados a las armas, existían, sin lugar a dudas, hijosdalgo, ya que las diferentes cartas pueblas y fueros los mencionan junto a los caballeros, que abundan más debido a las necesidades de aumentar el número de combatientes que demandaba el ejército.
Así en Extremadura se podía acceder al ejercicio de la caballería libremente; privilegio que pasó a los mozárabes toledanos por concesión del rey Alfonso VI en 1101: "el que entre ellos .(los mozárabes) sea peón, quisiera y tuviera medios, que cabalgue".
Mas tarde en 1118, se extendió a todos los moradores de Toledo, Los diferentes fueron de esta época reflejan ya la diferencia de estados, en especial en el régimen fiscal, aunque para potenciar la repoblación de las ciudades y tierras conquistadas se liberaron de muchos impuestos a los nuevos moradores, como ocurre en 1133 en Guadalajara,
Alfonso VIII el 30 de septiembre de 1182 eximió del pago del diezmo a los "Caballeros de Toledo" por las propiedades situadas en su alfoz. También los pecheros salieron beneficiados, pues sólo se les cargó en cantidades inferiores al diezmo, para con ello beneficiar los asentamientos de colonos. Distinción que se refleja en los fueros de La Guardia del año 1213; el de Yepes del año 1223; en el de Madridejos, año 1238 y Santa Olalla,dado el año 1242.
Por otro lado, la exención pechera se extendía a los eclesiástico y en Toledo (1137) a los que tuviesen casa, tierras y mujer en la ciudad, al igual que ocurría en Molina, Alcalá y Cuenca. Sin embargo, todos los vecinos de una ciudad debían pechar ciertos servicios, como era contribuir para las fortificaciones o muros, costumbre que se mantiene en vigor hasta la Edad Moderna.
Se exceptuaban del pecho, en ocasiones, las viudas pobres con huérfanos menores, a los pastores, yugueros, hortelanos, viñadores, mesegueros, cabañeros, montañeros, si tenían casa poblada. Siendo a los labradores a quienes se cargaba especialmente el impuesto. La obtención de la calidad de Caballero, a la cual ya hemos visto tenían derecho los mozárabes y los vecinos de Toledo, llevaba implícita unas obligaciones, compensadas con ciertos beneficios.
La prerrogativa más apetecida era, la exención de pechos y servicios, debido a su condición militar pero con la obligación de participar en el fonsado del Rey y las cabalgadas; tenían libertad de servir a cualquier Señor o villa con sus armas, aunque, eso sÍ, con unos dilatados períodos de descanso, que a veces eran de medio año.
La ciudad de Toledo, en los siglos XII y XIII, tuvo un carácter marcadamente militar y mercantil, por lo que en su población debió tener un gran peso el Estado N o ble. Las exenciones y privilegios de sus moradores hizo que en Toledo desde estas épocas no existiese, como nunca existió, diferenciación de Estados entendida ésta como obligación fiscal, pues en Toledo no pechaban los caballeros ni el estado general.
El gobierno de la ciudad estuvo al principio en manos de magistrados de condición noble y de caballeros, sirviendo el conjunto de franquicias como modelos para otras ciudades como ocurre en Ciudad Real donde a sus caballeros hijosdalgo se les concedió privilegios como los que tenían los de Toledo. Más tarde se regula la forma de gobierno toledano accediendo los representantes de las parroquias al regimiento de la ciudad.
FAMILIAS NOTABLES DE REPOBLADORES DEL SIGLO XII EN LA PROVINCIA DE TOLEDO
Existe una cierta dificultad en averiguar a qué caballeros concretos y pobladores les fue adjudicando Alfonso VI y sus sucesores territorios en donación y cargos de responsabilidad civil o militar, que sin duda recayeron en "mílites" y nobles que les acompañaron en las distintas campañas. Los hidalgos, caballeros y en ocasiones algún conde, aparecen en la repoblación toledana junto a mozárabes, castellanos y órdenes militares.
Pese a las escasas referencias conocemos algunos personajes y el lugar que repoblaron, muchos de ellos caballeros que formaron parte de la milicia y otros que fundaron solar y señorío.
Son la primera referencia de personajes que pudieron ostentar la condición de nobles o hidalgos en la geografía de nuestra provincia.
ACECA.- La repobló Tello Fernández, caudillo de Saldaña. Gocelmo de Ribas la reconstruyó y se fué a vivir con su familia (era caballero extremeño).
ALDEA DEL VILLA R.- Cerca de Almonacid, en 1154 la recibió del Rey, su alférez Pedro Cruzado. ALCUBILLETE.- Perteneció a don Lope Díaz de Haro.
ALPUELLEY.- La pobló en 1156 PeJayo Cabeza.
BEL y CIROLA.- Aldeas cercanas a Villaseca, fueron entregadas en 1150 por Alfonso VII a los castellanos Pelayo Pérez de Frómista y Pedro Díaz de Marruecos.
AZAÑA.- El conde Ponce otorgó fuero en 1173.
ALMONACID.- Alfonso VII la donó en 1132 a don Ponce de Cabrera.
CANET. - Alquería de la Sagra cerca de Alameda, que dio el ltey al adalid Iñiguez en 1151. CEDILLO.- En 1152 el conde Manrique de Lera, dio Carta Puebla.
CONSUEGRA.- El castillo fue donado a Rodrigo Rodríguez por Alfonso VI! en 1150 junto a otras aldeas cercanas a este enclave.
ESCALONA.- La poblaron Domingo Alvarez y Diego Alvarez, alcaides de lugar.
FUENTES.- Aldea cercana a Yepes, colonizada por un grupo de castellanos en 1151 entre los que se encuentra el adalid Martín Muñoz. 14
HIGARES.- Alfonso Ruiz la recibió de los Azagra.
HUERTA DE VALDECARABANOS.- La dió Alfonso VIII en 1189 para poblarlas a Fernando Núñez, ddespués pasó a la orden de Calatrava.
MOCEJON.- Pedro Ruiz de Aza fue su señor a fines del siglo XII.
MORA.- Munio Alfonso, caballero de Toledo, Martín Fernández de Hita fueron alcaides del castillo. En 1114 también ocuparon este cargo Yagua Gómez, Miguel Bellitis y Sancho Carbón.
MAZARAVEAS.- Aldea cercana al Guadarrama que fue en 1210 de don Diego López de Haz. NAMBROCA.- Alfonso VII dio esta aldea a Juan Muñiz.
POLAN.- La pobló don Miguel Asarafí y Domingo Abumelec.
PULGAR.- Perteneció al conde Ponce y a Fernando RodrÍ- guez en 1155.
RIELVES.- Fue dada a Rodrigo Muñoz el año 1170.
SANTA OLALLA.- Dada en 1242 a la condesa doña Elo.
TOLEDO.- Gutiérrez Armildez y Rodrigo Fernández de Castro fueron gobernadores de Toledo. Pedro Alguacil y Roberto Mongomeriz caballeros de las huestes de Munio Alfonso; la casa de Lara dió varios alcaldes.
VALSEDERA.- En la confluencia del Torcón con el Tajo, Alfonso VII dio tierras a Velasco Arévalo y Juan Sánchez.
YEPES. - Tenían tierras la familia de don Suero Pérez. También aparecen como propiet.arios Julián Díez Suárez en 1210.
OTRAS COMARCAS.- Zonas de la Jara y Talavera fueron pobladas por mózárabes huídos de AI-Andalus y al norte del Tajo, en la sierra de San Vicente, los caballeros de Avila repoblaron el territorio. La parte más occidental de la provincia, en el campo del Arañuelo, lo hicieron extremeños y toledanos.
Las tierras de los Montes de Toledo, en sus límites con Montalbán, fueron dadas a Alfonso Téllez de Meneses. Muchos caballeros mozárabes que gozaron de repartimentos en distintas comarcas de la provincia, especialmente en la Sagra y la Sisla, fundaron poblaciones que aún subsisten. Las órdenes militares, concretamente Santiago, San Juan y Calatrava poblaron la Mancha asentándose en poblaciones como Quintanar, Villacañas, Puebla de Don Fadrique y Consuegra.
Esta sucinta relación de pobladores es de conjeturar que provenían de la milicia y, sin duda, fueron en su mayoría caballeros e hidalgos. Hay algunos que se les menciona como alféreces, alcaides, adalides y otros que pertenecen ya a la nobleza titulada.
Algunas de estas familias dieron origen a las grandes casas toledanas y a sus patrimonios señoriales, como los Alvarez de Toledo (condado de Oro pesa y ducado de Alba), los Ayala (condado de Fuensalida y otros señoríos) los García de Toledo y Gómez de Toledo (señoríos de Valdepusa y Mejorada), los Dávila (señoríos de Velada y Navamorcuende).
Más tarde se afincan las casas del Infantado con los Mendoza y Luna y otras que hasta el s. XVI: formaron parte muy relevante de la nobleza toledana.
Ventura Leblic García y Mario Arellano GarcíaDiputación Provincial de Toledo
Fuente: http://www.realacademiatoledo.es/files/temastoledanos/48.%20Los%20hidalgos%20en%20Toledo,%20por%20Ventura%20Leblic%20Garcia%20y%20Mario%20Arellano%20Garcia.pdf
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