Este parque esta construido aprovechando una vieja vía de tren, que pasa por encima del emblemático West Side de Manhattan. Durante mucho tiempo se estuvo valorando que hacer con la vía del tren cuando este cayó en desuso, fue una suerte que decidieran crear este maravilloso parque.
Las viejas vías del tren
Vista actual del parque
A modo de un pasillo verde el High Line, se extiende desde la calle Gansevoort, entre las avenidas 10 y 11, creando un ambiente extraño, una avenida verde en medio de una ciudad de cemento y cristal, pero de la que los habitantes de Nueva York se sienten muy orgullosos.
Vista del High Line, entre los edificios
Las plantas que crecen en el High Line se escogieron especialmente por su rusticidad. La mayoría de las especies son plantas perennes, hierbas, arbustos y árboles, inspirados en los paisajes espontáneos que se pueden observas cerca de las vías sin utilizar, incluso muchas de las hierbas que crecían silvestres en la vía cuando esta se dejo de usar, fueron reutilizadas para colonizar el parque.
Especies autóctonas del parque
Un aspecto curioso que no se si ocurre en el resto de EEUU, el parque está regido por una fundación sin ánimo de lucro, que se encarga de recoger fondos para mantener el parque, realizar eventos y mantenerlo vivo (creo que el 90% de la financiación que necesita el parque se obtiene de esta manera), es curioso por que en Europa no conozco parques, que siendo públicos, sean financiados con el dinero que se recauda de los amigos y paseantes del parque.
Vista nocturna del parque
Un lugar ideal para visitar si decidimos viajar a Nueva York, algunos lo equiparan con ir al Empire State.
Más información: High Line