Hoy os recomendamos un elemento arquitectónico y urbanístico para ver sin falta cuando visitéis la maravillosa ciudad de Nueva York. Se trata del parque elevado ‘High Line’, que entre los años 2004 y 2009 construyeron los arquitectos James Corner Field Operations, Diller Scofidio + Renfro. Para la elección de los proyectistas se realizó un concurso internacional de ideas al que se presentaron 720 personas de 36 países distintos.
El origen lo encontramos en 1930, cuando se construyó esta vía para el ferrocarril a 9 mts de altura al oeste de Manhattan, con el objetivo de eliminar la peligrosidad del paso de transporte de mercancías a nivel del suelo, así como para descongestionar la ciudad. El último tren que circuló por ella fue en 1980, por lo que se le tendría que encontrar un uso a la infraestructura industrial, más ligado a las necesidades de la ciudad actual. El objetivo de los paisajistas fue reconvertir este vehículo industrial en un instrumento post-industrial del ocio, la vida y el crecimiento.
Primero se retiraron varios elementos para poder sanear, reforzar y modernizar la parte que iba a ser reutilizada del viaducto. Cuando quedó libre, se construyeron los paseos del parque, creados a partir de planchas lisas y cónicas de cemento que se colocaron encima de la capa de hormigón impermeabilizado, dejando entre ellos espacios para los conductos eléctricos y el drenaje. A partir de aquí, durante todo el recorrido podemos disfrutar de grandes superficies con vegetación que nos transmiten un carácter más natural, en medio de la ciudad que nunca duerme y nunca para.